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Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea desde 2014 hasta este añoEFE

Se presenta como candidato en Países Bajos

El terremoto en Bruselas que causa la marcha del vicepresidente de la Comisión tras casi 10 años

Frans Timmersmans, un político amado y querido a partes iguales, formarán una coalición de izquierdas y verdes en las próximas elecciones de su país

Franciscus Cornelis Gerardus Maria «Frans» Timmermans ha sido vicepresidente de la Comisión Europea desde hace casi 10 años, en noviembre de 2014. En diciembre de 2019 asumió también el cargo de vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea para el pacto verde. Si alguien se ha preguntado alguna vez quién es el responsable de las políticas climáticas que se están tomando en Europa desde hace años, este político holandés podría servir para cargar con esa responsabilidad.

Uno de sus «éxitos» políticos antes de dejar la silla de vicepresidente de la Comisión ha sido, precisamente, impulsar la aprobación de la ley de restauración de la naturaleza. Un eufemismo bien pensante y bien sonante que esconde la mayor presión al sector primario europeo de la historia y que, antes o después, acabará asfixiando a un sector ya de por sí muy dañado por la política de reparto.

Es una de las cabezas pensantes que quieren situar a Europa como el primer continente climáticamente neutro para 2050, algo que se reconoce en todos los ámbitos como imposible pero cuya idea aureolar sigue flotando sobre las instituciones europeas. Conseguir algo así en 25 años es algo propio de visionarios o de locos. De lo primero es tildado por toda la izquierda climática y unos cuantos de otro aspecto ideológico que han sucumbido a la narrativa apocalíptica. De lo segundo es tildado por la mayoría de las fuerzas de centro-derecha del Parlamento, en especial las que desean mantener la soberanía económica por encima de todo ya que de ello, en gran parte, depende la soberanía política.

Sentimientos encontrados

Su currículo como responsable político no deja indiferente a nadie. Este jueves anunció que se retiraba de la escena bruselense para volver a su país natal con el fin de intentar formar gobierno el próximo 22 de noviembre liderando una coalición de izquierdas y verdes. Una reciente encuesta situaba al Partido Laborista (PvdA) y a GroenLinks (GL) como vencederos de los comicios con un 28% de apoyo, pero solo si Frans Timmermans es candidato.

La marcha del hasta ahora vicepresidente produce sentimientos encontrados. Por un lado, alivio en Bruselas para figuras como el italiano Matteo Salvini y del alemán Manfred Weber ya que una de sus bestias negras se marcha; por otro, preocupación para el holandés Geert Wilders que tendrá que vérselas cara a cara con este experimentado político justo cuando parecía tener el viente en popa en esta ocasión. El maltrato a los agricultores holandeses en los últimos meses sigue en la retina de muchos ciudadanos que tienen ganas de ir a votar para frenar las políticas ecocomunitarias que suponen el fin de sus actividades.

Sea lo que sea lo que el futuro 22 de noviembre le depare a Timmermans, ha asegurado que seguirá en su país bien sea gobernando o desde la oposición.