Rusia reconoce que trasladó a su territorio a 700.000 niños ucranianos durante la guerra

Las cifras de los crímenes de guerra cometidos por Rusia en la invasión a Ucrania están alcanzando dimensiones nunca vistas desde las guerras de la antigua Yugoslavia.

Según reconoció el mismo Kremlin por medio de su comisionado para los derechos del niño, rusia trasladó a los territorios ucranianos ocupados o a territorios de la Federación Rusa a más de 700.000 menores de edad desde el inicio de la invasión a Ucrania.

La comisionada de derechos del niño, Maria Lvova-Belova, con orden de búsqueda de la Corte Penal Internacional (CPI) por la deportación de niños ucranianos, afirmó en un informe que «desde febrero de 2022, la Federación Rusa ha recibido unos 4,8 millones de residentes de Ucrania y las repúblicas del Dombás, de los cuales, más de 700.000 son niños».

Según aseguró, una «abrumadora mayoría» de esos 700.000 niños llegaron a territorio de la Federación Rusa con sus padres o familiares, afirmó The Moscow Times.

Asimismo, reconoce que 1.500 huérfanos ucranianos fueron «evacuados», es decir, deportados, a Rusia desde las regiones de Donetsk y Lugansk ocupadas desde 2014.

De esos 1.500 niños, 380 han sido entregados en adopción a familias rusas. También señala que 52 huérfanos de la región de Jersón fueron trasladados a la Crimea ocupada.

El CPI emitió una orden de búsqueda y captura contra Maria Lvova-Belova y contra el presidente ruso Vladimir Putin por la «deportación ilegal» de niños ucranianos.

En la investigación de la Corte, respaldada por la ONU, se demostró que la transferencia de los niños a los territorios ocupados y rusos fue forzada y que equivale a un crimen de guerra.

De ellos, el gobierno ucraniano afirmó que lograron rescatar a 15.500, mientras que otros 385 fueron devueltos voluntariamente por Rusia.

Asimismo, activistas ucranianos han logrado identificar 250 lugares dentro de la Federación Rusa donde los niños ucranianos han sido trasladados por la fuerza.