Bukele impone un nuevo cerco con 7.000 soldados y 1.000 policías en El Salvador en busca de pandilleros
El país centroamericano se encuentra bajo régimen de excepción desde finales de marzo, tras una escalda de homicidios atribuidos a las pandillas
El Ejército y la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador cercaron durante la madrugada del martes el departamento de Cabañas para «evitar la salida de pandilleros», según informó el presidente del país, Nayib Bukele, en Twitter.
«Desde esta madrugada, 7.000 soldados y 1.000 policías han establecido un cerco de seguridad alrededor de todo el departamento de Cabañas. Su labor será evitar la salida de pandilleros del departamento y cortar todas las líneas de suministro de los grupos terroristas», indicó.
Según Bukele, «en las últimas semanas y producto de nuestra guerra contra pandillas, Cabañas se ha convertido en el lugar con mayor número de células terroristas, que han llegado ahí buscando sus áreas rurales para ocultarse».
«Este masivo cerco garantiza aún más la seguridad de la zona –indicó– y no lo levantaremos hasta dar con todos los delincuentes». El presidente salvadoreño ha ido narrando la operación durante toda la madrugada y, por supuesto a través de redes sociales, ha explicado que «estas últimas semanas, hemos identificado varios grupos de pandilleros».
«Nuestras estrategias de seguridad han desarticulado a las pandillas, obligándolas a migrar de los grandes centros urbanos a esconderse en las zonas rurales de nuestro país, fuera de su hábitat natural», señaló Bukele.
El Salvador se encuentra bajo régimen de excepción desde finales de marzo, tras una escalda de homicidios atribuidos a las pandillas, y que suspende garantías constitucionales, como el derecho a la defensa de los detenidos.
En este marco, según han denunciado diferentes organizaciones locales e internacionales, las autoridades han realizado detenciones sin ordenes de captura ni de registro.
Son más de 71.000 las detenciones de las que el Gobierno ha informado, mientras que las organizaciones humanitarias cifran en al menos 5.490 las «víctimas directas» de violaciones de derechos humanos bajo el régimen de excepción.
El mandatario indicó en otro mensaje que julio «cierra como el mes más seguro en toda la historia de El Salvador», con índices de homicidios que lo harían, a su juicio, «el país más seguro de América».