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Soldados y policías polacos observan a los migrantes en la frontera entre Polonia y BielorrusiaGTRES

El flanco oriental de la OTAN se incendia: Polonia envía tropas a la frontera ante la amenaza bielorrusa

Varsovia denuncia que Minsk ha violado su espacio aéreo durante unas maniobras militares, en las que participan mercenarios del Grupo Wagner

Polonia se siente más amenazada que nunca. La presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia y la reciente violación del espacio aéreo polaco por parte de helicópteros bielorrusos han terminado por confirmar los peores miedos de Varsovia, que ha enviado más tropas a la frontera con la antigua república soviética. El Ministerio de Defensa polaco confirmó que estaba enviando «fuerzas y recursos adicionales, incluidos helicópteros de combate».

Previamente, Varsovia informó a la Alianza Atlántica de la violación de su frontera y, además, ha convocado al encargado de negocios bielorruso para que este dé las explicaciones pertinentes. Minsk, sin embargo, ha negado los hechos y ha calificado las acusaciones de «habladurías de viejas». Por su parte, el Ejército polaco explicó que la «intrusión» se produjo «a una altura muy baja» y, por lo tanto, «difícil de interceptar por radar». Una provocación que, declaran, está dirigida «al flanco este de la OTAN».

El viceministro polaco de Defensa, Wojciech Skurkiewicz, ha asegurado que «si vuelven a producirse situaciones como esa y escalan, nuestras acciones serán proporcionales a las amenazas potenciales». Según explican desde Varsovia, los helicópteros bielorrusos estaban participando en unas maniobras de entrenamiento militar sobre las que Minsk había informado con anterioridad y en las que también estarían participando mercenarios del Grupo Wagner.

Minsk mantiene su postura de negación y argumenta que Varosvia acusó a Bielorrusia de los hechos tras «consultar a sus amos extranjeros». Las tensiones en el flanco oriental de la OTAN aumentan a medida que continúa el cruce de reproches. Bielorrusia y Polonia mantienen una batalla dialéctica cada vez más incendiaria. Sin ir muy lejos, este martes, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, en tono burlón, señaló que Polonia debía darle las gracias por «mantener a raya» a los wagneritas.

«Deberían rezar para que los retengamos y los mantengamos. De lo contrario, sin nosotros, se habrían colado y habrían destrozado Rzeszow y Varsovia de una forma despreciable. Así que no deberían reprochármelo, deberían darme las gracias», declaró Lukashenko, según recoge la agencia de noticias estatal Belta.

Pero las amenazas no se quedan aquí, el presidente ruso, Vladimir Putin, subió la apuesta, la semana pasada, al acusar a Polonia de querer invadir Bielorrusia y así poder advertir a las autoridades polacas de que Rusia actuaría «con todos los medios a su alcance». El líder ruso llegó a manifestar que las élites polacas «sueñan con las tierras de Bielorrusia».

Polonia se encuentra en el punto de mira de Rusia y Bielorrusia, mientras que el temido Grupo Wagner se sitúa a escasos cinco kilómetros de la frontera con la OTAN. El Ejército del Kremlin se estanca en el terreno de batalla ucraniano y Putin aplica la estrategia de «divide y vencerás». Moscú busca que Varsovia –uno de los mayores aliados de Ucrania en su conflicto con Rusia– reduzca su apoyo al país vecino, mientras tiene que hacer frente a las amenazas contra su propia seguridad.