Buques de la Flota rusa del Báltico en San Petersburgo
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Rusia desafía a la OTAN con unos ejercicios navales en el mar Báltico
Rusia trata de mantener su posición, en gran parte virtual, de segunda potencia militar del mundo y contrarrestar la mala imagen que sus fuerzas armadas están mostrando al mundo en Ucrania.
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Rusia presume de fuerza naval en San Petersburgo y anuncia la incorporación de 30 nuevos buques
Para ello, no dudan en amenazar con su arsenal nuclear o de presumir de una poderosa flota de guerra.
La semana pasada, con motivo del día de la Flota de Guerra rusa, Vladimir Putin anunció desde la base naval de San Petersburgo que fortalecería su Armada con 30 nuevos buques.
Ahora, el Kremlin trata de reforzar esa imagen de poderío con unos ejercicios navales en el Báltico a las puertas de la OTAN.
Con la incorporación de Finlandia a la Alianza Atlántica –y a la espera de que se formalice el ingreso de Suecia–, el mar Báltico ha quedado convertido prácticamente como un mar interior de la OTAN.
Únicamente la salida rusa al mar por San Petersburgo y Kaliningrado permite a Moscú tener presencia en estas aguas estratégicas.
Sin embargo, no hace falta más que echar una mirada a un mapa para ver que Rusia ha quedado acorralada en las orillas del Báltico.
El Kremlin no quiere renunciar a su posición en el Báltico y está dispuesta a disputarle a la Alianza Atlántica su dominio de sus aguas.
El ministerio de Defensa ruso informó del inicio de los ejercicios navales con un escueto comunicado donde señalaba que «los ejercicios navales Ocean Shield-2023 han comenzado en el mar Báltico».
En los ejercicios participan 30 buques de guerra y 20 embarcaciones de apoyo, 30 aviones de las fuerzas aeroespaciales y 6.000 efectivos militares.
Los ejercicios consistirán en simulacros de protección de rutas marítimas, transporte de tropas y carga militar, así como defensa de las costas rusas, detalla el comunicado.
