Boric se aferra al pasado para ocultar la corrupción y el caos

El presidente de Chile Gabriel Boric, intenta desesperadamente mejorar sus índices de aprobación, los cuales alcanzan actualmente el 25%.

La crisis política interna gatillada por fundaciones fraudulentas ha llegado a un nivel tal, que el gobierno se ha visto obligado a remover al menos a seis funcionarios públicos de alto rango e intentar sostener en su cargo al ministro de Desarrollo Social Giorgio Jackson -muy cercano al presidente-.

Hasta el momento, la fiscalía nacional está investigando a 32 fundaciones en 10 regiones del país. Los montos defraudados aún no se conocen, pero ya se acercan a los 20 millones de euros.

Para intentar que el tema de la corrupción pierda vigencia, Boric ha iniciado un monumental despliegue mediático en Chile y en el exterior, vinculado a la conmemoración del 11 de septiembre a 50 años de la caída del régimen marxista de Salvador Allende.

Un grupo dedicado especialmente a esta materia es dirigido directamente desde el Palacio de la Moneda. Se han cursado invitaciones a todos los gobiernos del mundo, pues se pretende transformar el evento en algo de impacto mundial. Ya han confirmado asistencia varios de los líderes de la extrema izquierda latinoamericana. AMLO, Petro, Lula, Zapatero y Sánchez, de seguro estarán en el festín.

El gobierno de Boric está muy molesto, pues a pesar de haber transcurrido 50 años desde que Allende se suicidara, al menos la mitad de los chilenos considera que el gobierno militar chileno fue exitoso. Gracias al pronunciamiento militar en Chile, se evitó una segunda Cuba en la región.

Actualmente, forma parte central del gobierno el Partido Comunista, uno de los mas ortodoxos del mundo. En los últimos días, Boric ha endurecido su discurso, frente a una derecha muy derecha que gana adeptos y que resultara triunfadora en las últimas elecciones de consejeros constitucionales.

El joven presidente comete errores de manera sistemática. En España premió al condenado Garzón, luego declaró que una parte de él quería derrocar al capitalismo y en los últimos días homenajeó a Jacques Chonchol, un exministro de agricultura de Salvador Allende, responsable de la implementación de la reforma agraria chilena en los 60 y 70.

Boric, quién sabe poco de historia y no fue capaz de obtener su título de abogado, habla muchas veces de lo que no sabe y comete errores pueriles, que dejan en vergüenza a toda una Nación

La reforma agraria chilena, destruyó la agricultura, usurpó los predios de legítimos dueños y sembró el odio en el campo chileno. Boric, quién sabe poco de historia y no fue capaz de obtener su título de abogado, habla muchas veces de lo que no sabe y comete errores pueriles, que dejan en vergüenza a toda una Nación.

En los últimos días, y ante la falta de apoyo en el Congreso, el Gobierno decidió postergar su presión legislativa por mas impuestos. Ahora están concentrados en lograr la aprobación de una reforma de pensiones, la cual aumentaría los aportes patronales, pero estos serían -de acuerdo con el gobierno- administrados por el Estado. Al mas puro estilo argentino, Boric pretende que las personas no puedan decidir qué hacer con su dinero.

Durante esta semana nuevos atentados han azotado a la región de la Araucanía. Específicamente, en las cercanías de la localidad de Traiguén, fueron incendiadas una escuela, una iglesia, una sede vecinal, un centro de salud y una ambulancia. Tras los atentados, el gobierno siempre anuncia querellas, las cuales rara vez terminan con detenidos o condenados.

Como complemento de la grave situación que vive Chile, el ex presidente de la Cámara de Diputados y exministro del trabajo el socialista Osvaldo Andrade declaró: «este gobierno es una mierda, pero es mi gobierno». Andrade parafraseaba a un obrero que, bajo el gobierno de Allende, declaró lo mismo hace 50 años.

Los próximos 6 meses serán cruciales para Boric. El tiene dos caminos: o mirar para atrás y aferrarse a un pasado revolucionario o, alternativamente, golpear el timón y navegar hacia el futuro con nueva tripulación. Si él decide seguir mirando el pasado, atacando a Pinochet y manteniendo la tripulación actual, Chile enfrentará situaciones similares al 73, con riesgo de graves enfrentamientos entre los chilenos. Todo esto complicado, aún más, por una creciente e inmanejable ola de delincuencia, narcotráfico y terrorismo en la región austral.