Reino Unido
Desencanto por el Brexit: los británicos se arrepienten y su economía sufre cada vez más
Desde que Reino Unido votó por su Brexit en 2016, se ha ido propagando entre los británicos un remordimiento cada vez más fuerte.
Este arrepentimiento queda documentado regularmente en encuestas, que demuestran que, cada vez más, la población inglesa lamenta su decisión de abandonar la Unión Europea.
Y entre el empeoramiento de las condiciones económicas, y los demás desafíos a los que se enfrenta Londres, las últimas cifras de los sondeos revelan que el desencanto por el Brexit nunca fue mayor.
Cuando los británicos votaron en el referéndum original, un 52% quiso dejar atrás la UE, mientras que un 48% se habría quedado. Ahora, las últimas encuestas de YouGov señalan que el 57% de los votantes cree que el Brexit fue un error, mientras que solo un 32% apoyan aún la decisión. Además, un 51% de los encuestados quieren volver a la Unión.
La encuesta de sondeos Deltapoll reveló cifras similares a las de YouGov: un 51% de sus votantes estarían a favor de volver a unirse a la UE, y solo 34% sigue feliz fuera del bloque.
Y la última encuesta de Omnisis también indica que el margen a favor del regreso a Europa aumenta (sin aún llegar a la mayoría), con solo 32% de los sondeados contentos con su estatus actual. Esta encuesta señala, además, que el 48% de los británicos quiere volver a la Unión.
Otro dato clave de los sondeos más recientes es que, de celebrarse un nuevo referéndum en 2023, el 55% de la población votaría «remain», para volver a la UE, y el 31% elegiría el «leave», para seguir fuera. Es más: si se excluye a los que responden «I don't know», la cifra a favor de un retorno a la Unión Europea sube a 61%.
Estas cifras también indican que el afán porque el Reino Unido revierta su decisión sobre el Brexit está impulsado por personas de entre 18 y 24 años, que no pudieron votar en el primer referéndum. El voto de este grupo demográfico podría tener mucho peso en decisiones futuras sobre el Brexit, sobre todo si se vuelve a poner la decisión sobre la mesa de negociación.
Bre-mordimientos
No es de extrañar que esta frustración sea mayor que de costumbre durante el verano, cuando los británicos sufren más los problemas económicos del país y pasan sus vacaciones en destinos europeos.
Al enfrentarse a estrictos controles de pasaportes e interminables colas para viajar a sitios tipo Marbella, los ingleses experimentan en primera persona las consecuencias del Brexit por el que votaron.
Desde 2021, la decepción respecto al Brexit aumenta - y el afán por regresar a la Unión Europea toma impulso. Pero el primer ministro británico, Rishi Sunak, se niega a abandonar el barco Conservador del que ahora es capitán, e insiste en que el Brexit está produciendo resultados muy positivos.
En sus discursos, alaba las nuevas políticas de zonas francas, y los recortes del IVA. Sin embargo, en contraste con otras economías occidentales, la inversión en empresas británicas no deja de disminuir desde 2016. Y las encuestas de negocios responsabilizan al Brexit de esta situación: un sondeo de YouGov a más de 2.000 empresarios británicos desveló que un 63% percibe el Brexit como un fracaso.
Una encuesta, encargada por el Departamento de Comercio y Negocios de Reino Unido y dirigida a empresas con una facturación anual de £500,000 o más, pintó un panorama empresarial complicado, afectado por el Brexit, la Covid-19, la invasión rusa de Ucrania, y la inflación.
Señaló que el impacto económico se ve sobre todo en el comercio. Un 43% de las personas que trabajan en exportaciones señalaron una importante reducción del comercio, versus un 26% que dijo haber notado un aumento. Y la explicación más generalizada para esta circunstancia es la salida de Reino Unido del bloque europeo.
Otros desafíos a los que condujo el Brexit han sido reducciones en la demanda de productos y servicios británicos, además de las nuevas medidas de seguridad y regulaciones impuestas a las exportaciones de Reino Unido, que incluyen aduanas adicionales y más documentación que antes.
Además, tras cerrarse los acuerdos de comercio post-Brexit con la Unión Europea, e introducirse nuevos controles fronterizos en enero de 2021, muchas empresas inglesas dejaron de comerciar con el bloque europeo.
Así, más de un tercio de las empresas británicas lamentan que sus previsiones de crecimiento para el año 2023 sean peores de lo previsto.
Esto se debe, en parte, a la reducción en la demanda de productos británicos - y de los desafíos en la cadena de suministros. En las encuestas, un 17 % atribuyó estos problemas al Covid-19, un 16 % al Brexit, y un 28 % a ambos por igual. Y a medida que el tiempo avanza y la Covid-19 queda atrás, el porcentaje de aquellos que culpan al Brexit crece.
El Brexit sigue la mayor preocupación de más de la mitad (52 %) de los fabricantes de comida y bebida británicos. En declaraciones a la revista empresarial The Grocer, el CEO de la compañía de regulaciones Ideagen, Ben Dorks, explicó que los nuevos controles de importación a alimentos provenientes de la Unión Europea estaban frustrando a las empresas. Ahora, contó, les costaba más dar prioridad a la seguridad y a la calidad.