538 días de guerra en Ucrania
Chechenos y rusos se lían a tiros entre ellos en un nuevo incidente étnico en las fuerzas del Kremlin
El incidente ocurrió el pasado viernes, pero pasó prácticamente desapercibido. Al menos 11 combatientes de las fuerzas rusas de ocupación murieron en un enfrentamiento entre soldados de etnia rusa y soldados de etnia chechena en la ciudad portuaria de Mariupol.
533 días de guerra en Ucrania
Ucrania consigue importantes avances en Bajmut y bloquea a las tropas rusas dentro de la ciudad
La poca información que se conoce del incidente trascendió gracias a filtraciones en los canales nacionalistas rusos de Telegram.
El diario The Times tuvo accesos a dichos testimonios y a datos del tiroteo. Habría tenido lugar a pocos kilómetros de Mariupol, conquistada en 2022 por las tropas invasoras tras un largo y sangriento asedio que agotó las posibilidades del Kremlin de conquistar rápidamente el Dombás tras fracasar también en la ofensiva sobre Kiev.
El tiroteo, iniciado por causas desconocidas, comenzó cuando combatientes chechenos abrieron fuego contra sus propios camaradas rusos estacionados en la aldea de Urzuf.
Las imágenes filtradas muestran vehículos destrozados por las balas, lo que ilustra la intensidad del tiroteo, y cadáveres ensangrentados prácticamente irreconocibles por las heridas causadas por las balas.
The Times se hizo eco también de las declaraciones de uno de los asesores del alcalde ucraniano de Mariupol leal a Kiev y exiliado tras la ocupación de su ciudad, Petr Andryushchenko.
Informó de que entre los muertos habría soldados chechenos, soldados rusos y civiles, entre ellos, al menos dos adolescentes.
Tras filtrarse la información el gobernador de la administración prorrusa de la región de Mariupol, nombrado a dedo desde el Kremlin, Ivan Topuzov, confirmó el tiroteo y aseguró que carecía de más información, pues los funcionarios enviados desde Moscú para investigar lo sucedido se negaban a proporcionarle más información.
El enfado del gobernador prorruso por la actitud de los funcionarios de Moscú también fue llamativo: «No me dejaban pasar y llegaron a decirme que no era asunto mío. Sólo sé que hay víctimas, pero no sé cuántas», declaró en un canal ruso de Telegram.
El incidente entre rusos y chechenos es un caso más de la gran tensión étnica e ideológica dentro de las fuerzas rusas.
Tensión que eclosionó con la rebelión del Grupo Wagner, cuando miles de mercenarios fuertemente armados comenzaron a avanzar hacia Moscú y se detuvieron a pocos kilómetros de la capital rusa.
Los mercenarios de Yevgeny Prigozhin llegaron a matar a 15 militares rusos y a derribar varios helicópteros y aviones antes de retirarse tras un acuerdo alcanzado con el Kremlin.
Tras la desactivación del Grupo Wagner, el gran reto para la disciplina y orden dentro de las fuerzas de ocupación rusas lo constituyen los combatientes chechenos.
Se trata de combatientes de religión musulmana que, ya solo por cuestiones religiosas, chocan con los ortodoxos soldados rusos.
Además, los soldados de origen rusos suelen tratar con desdén a los chechenos, a los que consideran un pueblo sometido.
Procedente de una familia de líderes independentistas checheno, su padre combatió a las fuerzas rusas en la primera guerra chechena antes de aliarse con ellas para hacerse con el control total de Chechenia bajo soberanía rusa en la segunda, Kadírov alimenta el rencor de sus tropas hacia las fuerzas de origen eslavo, pese a un discurso imperialista ruso de cara al público.
Al igual que hacía Prigozhin, Kadyrov alimenta una propaganda según la cual sus combatientes son muy superiores a las fuerzas regulares rusas.