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Bernardo Arévalo celebra su triunfo electoralAFP

Bernardo Arévalo: el izquierdista «amable» y católico que presidirá Guatemala

El presidente electo de Guatemala descartó legalizar el matrimonio homosexual o el aborto

En dos meses Bernardo Arévalo pasó de ser casi un desconocido a ganar la presidencia de Guatemala con su promesa de emprender un combate frontal a la corrupción, un mal endémico en el país.

El sociólogo y diputado izquierdista de 64 años es hijo Juan José Arévalo (1945-1951); primer presidente de Guatemala tras la Revolución de 1944 e impulsor de un modelo de socialismo utópico conocido como Socialismo Espiritual.

El presidente electo promete seguir la senda de su padre con una fuerte agenda social y de cambios y se presenta como un socialdemócrata «amable» alejado de las fórmulas bolivarianas de Venezuela y otros países de la región.

Sin embargo, su empeño en presentarse como un modelo de político contrario a su rival, Sandra Torres, la candidata centrista, lo ha dotado de un traje antisistema.

Más particularidades de este peculiar político izquierdista: católico declarado en un país fuertemente conservador y religioso, Arévalo descartó legalizar el matrimonio homosexual o el aborto, que solo está permitido si hay riesgo para la madre, pero advirtió que no permitirá discriminación por motivos sexuales ni religiosos.

Vestido casi siempre de traje azul, con bigote y barba recortada, el líder del partido Semilla superó ampliamente a la ex primera dama Sandra Torres, que perdió su tercer balotaje a pesar de recibir apoyo del oficialismo, de varios partidos de derecha, de grandes empresarios y de pastores evangélicos.

Arévalo debió superar una serie de obstáculos antes de saborear el triunfo por el choque con la Fiscalía por una acusación de corrupción.

La figura de su padre, Juan José Arévalo, está revestida de una cierta aura de adanismo, al ser considerado el democratizador del país tras décadas de dictaduras.

Sin embargo, sus críticos lo comparan con figuras nefastas para el continente sudamericano, como Allende en Chile.

El discurso contra la corrupción también fue una de las señas de identidad de su campaña: «Llevamos años siendo víctimas, siendo presas, de políticos corruptos», dijo al cerrar su campaña, ocasión en que evocó la «primavera» democrática de 1944 encabezada por su padre en Guatemala.

Guatemala «necesita honradez y decencia para hacer que venga el desarrollo», indicó a Afp el 26 de junio, un día después de dar la sorpresa en la primera vuelta electoral.

Nació en 1958 en Montevideo, Uruguay, donde se había exiliado su padre después de que una rebelión militar orquestada por Estados Unidos derrocó a su sucesor, Jacobo Árbenz, en 1954.

De niño vivió además en Venezuela, México y Chile antes de llegar a Guatemala a los 15 años. Estudió sociología en Israel, fue vicecanciller en 1994-1995 y embajador en España entre 1995 y 1996, durante el gobierno del fallecido presidente Ramiro de León Carpio.

Bernardo Arévalo deberá asumir el poder el 14 de enero de 2024.