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El dictador de Nicaragua Daniel Ortega junto a su mujer la vicepresidenta Rosario MurilloEFE

La dictadura de Ortega disuelve la Compañía de Jesús en Nicaragua y expropia todos sus bienes

La persecución del gobierno de Daniel Ortega contra los jesuitas alcanza así su apogeo

El Gobierno nicaragüense que preside Daniel Ortega canceló este miércoles la personalidad jurídica de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua y ordenó expropiar sus bienes, que incluyen una universidad y dos colegios privados.

La disolución de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua, registrada desde el 16 de mayo de 1995, fue aprobada por la ministra nicaragüense de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, según el acuerdo ministerial publicado en el Diario Oficial La Gaceta.

El acuerdo ministerial se produce una semana después de que la Justicia de Nicaragua, controlada por los sandinistas, congelara las cuentas bancarias e inmovilizaron las propiedades de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), uno de los centros de estudios privados más prestigiosos del país centroamericano, tras ser acusada de delitos de terrorismo.

Tras las acusaciones, la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús emitió un comunicado donde afirma que «son totalmente falsas e infundadas las graves acusaciones en contra de la Universidad Jesuita de Nicaragua».

Asimismo, señaló que «la confiscación de facto a la UCA es el precio a pagar por la búsqueda de una sociedad más justa, proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense, en consonancia con su lema: ‘La verdad los hará libres’».

La Universidad Centroamericana regentada por los jesuitas se encuentra en el objetivo del matrimonio Ortega desde que se convirtió en el epicentro de las manifestaciones masivas contra la dictadura sandinista encabezada por el matrimonio presidencial.

La Universidad abrió sus puertas durante las protestas a los estudiantes heridos. Además, varios líderes de las protestas procedían de las aulas de la Universidad.

Desde entonces, el gobierno inició un acoso a la universidad con auditorías, no reconocimiento de los títulos e intentos de hundir su financiación.