Putin se saca de encima al «general Armagedón», el responsable de los bombardeos masivos en Ucrania

Tras la exitosa contraofensiva relámpago de septiembre de 2022, que permitió a Ucrania reconquistar en pocos días la región de Jarkov, primero, y después la parte de la región de Jersón situada al río Dnieper, Rusia inició una estrategia de bombardeos masivos contra las ciudades ucranianas.

El objetivo de los bombardeos era la infraestructura civil ucraniana, básicamente, líneas eléctricas, transformadores, estaciones de luz, y también líneas ferroviarias, depósitos de gasolina, etcétera.

Para ello se emplearon los famosos drones suicidas Shahed 136 de fabricación iraní, pero también toda clase de misiles, principalmente los AS-4 Kitchen, misiles antibuque de escasa precisión, ya que están diseñados para objetivos marítimos y no terrestres.

El objetivo era dejar a oscuras a la población civil en pleno invierno, sin electricidad, sin calefacción, sin agua corriente y sin servicio de saneamiento. Todo ello con temperaturas muy por debajo de cero.

El cerebro de esa estrategia fue el general Sergei Surovikin, jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, y conocido como «general Armagedón» por su actitud despiadada.

Desde entonces, Surovikin se ha deslizado por una cuesta de crímenes, fracasos, destituciones y purgas. La puntilla ha sido su alianza con el jefe del Grupo Wagner Yevgueni Prigozhin. Surovikin acaba de ser destituido por el presidente ruso como jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.

Surovikin fue nombrado comandante de las fuerzas rusas en Ucrania en octubre de 2022 tras el desmoronamiento de las fuerzas del Kremlin en varios frentes.

La llegada de Surovikin fue recibida con un regocijo triunfante por parte de los halcones del Kremlin y los propagandistas rusos más ultranacionalistas.

Los dos principales señores de la guerra de entonces, el jefe del Grupo Wagner y el presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov, celebraron el nombramiento.

Surovikin llegó con promesas de mano dura frente al enemigo. Sus partidarios esperaban que fuera implacable y que fuera el inicio de un gran impulso ruso que arrasara con las fuerzas ucranianas en pocos meses.

La fama de sus acciones en Chechenia y Siria, donde también impulsó una estrategia de tierra quemada sin respeto alguno por las vidas civiles, le precedía. Él fue el responsable del bombardeo masivo contra la ciudad de Alepo que dejó en ruinas la histórica ciudad siria.

El «general Armagedón», sin embargo, no empezó con buen pie. Poco después de su nombramiento, tuvo que ordenar la retirada de las tropas rusas de la ciudad de Jersón, un duro golpe moral para las fuerzas del Kremlin.

Aún así, Putin mantenía la confianza en él y, para mantener esa confianza, inició una cruenta campaña de bombardeos contra objetivos civiles que duró desde otoño hasta bien avanzada la primavera.

Sin embargo, la estrategia de bombardeos no funcionó. No se logró interrumpir masivamente el servicio de gas y luz a los ucranianos, no se consiguió frenar las defensas ucranianas, no se consiguió un avance ruso y únicamente logró empañar aún más la imagen exterior de Rusia al acumular más muertos civiles en las ciudades ucranianas.

A principios de enero de 2023, el general Surovikin fue destituido como comandante de las tropas rusas en Ucrania y sustituido por el jefe del Estado Mayor, el general Valery Gerasimov.

Hasta que se produjo el motín del Grupo Wagner en junio de 2023. No era ningún secreto la estrecha relación entre Surovikin y Prigozhin.

Sin embargo, fuel el alineamiento del «general Armagedón» con el líder del Grupo Wagner en su lucha contra el general Gerasimov y el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, lo que lo sentenció.

Tras el fracaso de la intentona golpista, Surovikin fue apartado de todas sus responsabilidades en Ucrania y purgado. Nada se sabía de él desde entonces. Ahora se ha confirmado la purga: el general Surovikin cesa también como jefe de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.