Bernardo Arévalo, presidente electo de Guatemala por el partido Semilla
El Gobierno de Guatemala refuerza la protección de Arévalo mientras el partido derrotado denuncia un fraude
El Gobierno de Guatemala «cuestionó» la existencia de planes para asesinar al presidente electo, sin embargo, le asignó 50 policías más para su seguridad
Tras salir a la luz dos supuestos planes para asesinar al presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, el político ha tenido que «recurrir a seguridad privada, dada la desconfianza existente con las entidades del Estado» confirmó la Comisión Interamericano de Derechos Humanos (CIDH).
El Estado de Guatemala «cuestionó» la existencia de tales planes y los catalogó como una amenaza no existente, según el informe de la CIDH.
El Gobierno de Guatemala presidido por el presidente Alejandro Giammattei, tras pedirle en un comunicado a la CIDH «prudencia» por «las consecuencias que declaraciones infundadas puedan generar» le asignó 50 policías más a la seguridad de Arévalo.
El viernes el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, expresó su «preocupación» por los «intentos de socavar» los resultados de las elecciones que dieron la victoria a Arévalo.
El presidente electo de Guatemala, mientras tanto, trata de mantener la calma: «Nosotros lo que hemos hecho y estamos haciendo es revisar nuestros esquemas de seguridad para reforzarlos, pero tampoco estamos dejándonos distraer por este tipo de situaciones y estamos continuando con nuestras agendas de trabajo con la vicepresidente», aseveró Arévalo en medios guatemaltecos.
La investidura del nuevo mandatario está prevista para el 14 de enero del próximo año para dar inicio a un período de cuatro años, el primero de un presidente de izquierdas en la historia de Guatemala.
Denuncian fraude electoral
El partido de la derrotada candidata, Sandra Torres, denunció el viernes un presunto fraude en el balotaje del pasado domingo en el que Arévalo ganó la presidencia de Guatemala por amplio margen.
«Luego de los análisis realizados (...) se ha podido observar que existen muchas incongruencias, contradicciones y sobre todos variación de datos que evidencian irregularidades que incidieron en los resultados verdaderos de las votaciones», dijo en un comunicado la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), el partido de Torres.
«Podemos encontrar controversias que definitivamente señalan un fraude electoral por lo que consideramos que se varió el resultado de las votaciones cambiando la voluntad del pueblo que se expresa a través del voto», dijo a periodistas tras presentar la denuncia el abogado de la UNE, Carlos Aquino.
Arévalo, quien prometió combatir la corrupción incrustada en el Estado, arrasó en el balotaje al obtener el 58 % de los votos frente al 37 % de Torres
Ante las supuestas anomalías, Aquino presentó la denuncia en la Fiscalía contra los cinco magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) por delitos de incumplimiento de deberes y abuso de autoridad.
Ante el supuesto fraude y «por respeto a la verdadera voluntad del pueblo de Guatemala» y «hasta esclarecer la verdad de los hechos registrados el 20 de agosto no se aceptarán los resultados», sentenció Aquino.
En tanto, Gerardo Guerrero, uno de los abogado del partido Semilla de Arévalo, calificó la querella de la UNE como un «absurdo político y jurídico» debido a la abrumadora diferencia que obtuvo el nuevo presidente en las urnas.
A la UNE hay que «recordarles que la diferencia de votos es de 874.189 votos», precisó Guerrero.
