Estados Unidos
Quiénes son los compañeros de banquillo de Trump en Georgia
El expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) está imputado como líder de una asociación delictiva creada para revertir los resultados de los comicios de 2020 en Georgia, y el jueves fue fichado por los cargos contra él.
La Fiscalía utilizó para acusarlo una ley que se usa habitualmente para los capos de la mafia, para que ellos y no sólo sus subalternos rindan cuentas ante la Justicia.
En esta ocasión 18 personas figuran como conspiradores junto al exmandatario, que el jueves se presentó en la prisión del condado de Fulton para ser fichado (toma de huellas y fotografía) y pagar una fianza de 200.000 dólares para evitar la cárcel.
A continuación, los principales compañeros de juicio que la Fiscalía sostienen son parte de la red criminar liderada por Trump.
Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York
Como Trump, Giuliani está acusado de 13 cargos. Al letrado se le atribuye un papel clave en los esfuerzos postelectorales de Trump para declararse ganador en Georgia y otros estados, con declaraciones sin sustento sobre la existencia de un fraude y llamadas a legisladores para desconocer los resultados favorables a Joe Biden y nombraran ilegalmente electores presidenciales favorables al republicano.
El político, que llegó a ser elegido «persona del año» por la revista Time como alcalde neoyorquino tras los atentados del 11 septiembre de 2001, ha visto su popularidad hundirse por su apoyo a Trump y podría acabar entre rejas por la misma ley que, como fiscal general, él utilizó para combatir a la mafia de Nueva York.
Mark Meadows, ex jefe de gabinete
Meadows fue uno de los primeros legisladores republicanos en posicionarse a favor de Trump antes de las elecciones de 2016 y desde entonces se convirtió en uno de sus hombres de confianza. Trabajó para él como jefe de gabinete en la Casa Blanca entre marzo de 2020 y enero de 2021.
Se le reprocha alentar la creencia de fraude y presionar para intentar retrasar la sesión conjunta del Congreso del 6 de enero de 2021, día en que se certificó la victoria del Biden y en que el edificio fue atacado por una turba de seguidores de Trump.
Jeffrey Clark, ex fiscal general adjunto
Clark se alineó con Trump y, como fiscal general adjunto, utilizó sus conexiones para intentar darle la vuelta al resultado electoral. Según la Fiscalía, elaboró un documento falso para afirmar que su Departamento había identificado «preocupaciones serias que podrían haber alterado» el desenlace electoral, e intentó que sus superiores lo validaran y lo mandaran a las autoridades de Georgia.
Abogados de la campaña de Trump
El abogado John Eastman está involucrado en el plan para colocar a falsos electores presidenciales en estados clave, incluido Georgia, para certificar falsamente que Trump había ganado allí. Se le acusa también de haber presentado alegaciones falsas, como que en Georgia habían votado «al menos 66.247 menores».
Entre los acusados están dos de los entonces abogados de campaña de Trump, Sidney Powell y Jenna Ellis, y un miembro de su equipo legal, Ray Smith; su director de operaciones, Michael Roman, el letrado Kenneth Chesebro, considerado el «cerebro» del plan de los falsos electores, y Robert Cheeley, que alentó las sospechas de que alguna mesa electoral contaba votos por duplicado o triplicado.
Tres falsos electores presidenciales
David Shafer, Cathleen Latham y Shawn Still se hicieron pasar por electores presidenciales de Georgia para engañar al presidente del Senado estadounidense, al archivista o al secretario de Estado de Georgia, entre otros, en la certificación de los votos para decantarse por Trump, a pesar de que había perdido.
Cada estado tiene en EE.UU. tantos electores como miembros en el Congreso. Un candidato necesita el voto de al menos 270 para ganar las elecciones y, tradicionalmente, quien vence en un estado consigue el voto de todos los electores.
Shafer era presidente del Partido Republicano en Georgia; Latham, presidenta de esa formación en el condado de Coffee; y Still, funcionario del partido en el estado.
Trevian Kutti, publicista
Trevian Kutti fue la publicista del rapero Kanye West. Fue involucrada en la trama por otro acusado, Harrison Floyd, líder de la organización Black Voices for Trump, para tratar de influir sobre una trabajadora electoral de Georgia en su testimonio sobre el supuesto fraude electoral.
Otros «cómplices» en el condado
Misty Hampton, supervisora electoral del condado de Coffee, se hizo viral en un vídeo en el que afirmaba que las máquinas del sistema de votos Dominion podían ser manipuladas. La Fiscalía ve probado que excedió su autoridad al manipular esos ordenadores y facilitar el acceso a ellos a otros conspiradores.
Scott Hall, propietario de un negocio de fianzas, está involucrado supuestamente en esa trama para manipular el sistema de votación.
Stephen Lee, pastor luterano
Lee está acusado de intentar influir múltiples veces, entre diciembre de 2020 y enero de 2021, sobre la trabajadora electoral Ruby Freeman para que confesara delitos electorales que no había cometido.
«Soy pastor y también estoy trabajando junto a algunos tipos para intentar destapar la verdad de lo que está sucediendo», le dijo a un agente cuando la mujer, harta de intimidaciones, llamó a la policía para denunciarlo.