Suecia está a un Corán de distancia de entrar en la OTAN
Los últimos episodios de radicalidad y violencia en el país escandinavo con la quema de ejemplares del Corán continúan ralentizando su entrada en la OTAN, frenada principalmente por el Gobierno de Ankara
Por el contrario, Finlandia –país que solicitó su ingreso al mismo tiempo–, forma parte del organismo desde abril tras un rápido proceso de adhesión
Más de un año ha pasado desde que Finlandia y Suecia abandonaran su estatus de neutralidad y solicitaran su ingreso en la OTAN. Un paso calificado como «histórico» ante la creciente amenaza desplegada por Rusia en Ucrania. Meses después –el 4 de abril–, Finlandia se convertía en el miembro número 31 de la Alianza Atlántica tras la ratificación de cada uno de los países miembros. «Lo que ocurre a partir de hoy es que Finlandia estará cubierta por las férreas garantías de seguridad de la OTAN», proclamaba el secretario general de la misma, Jens Stoltenberg. Con este ingreso el país báltico ponía fin a casi ocho décadas de neutralidad militar impuesta inicialmente por Moscú –y continuada por Helsinki posteriormente de manera voluntaria–.
El último país que ratificó el acceso de Finlandia al organismo fue Turquía, mismo país que casi medio año después sigue manteniendo estancada la entrada de Suecia en la OTAN.
Las constantes quemas de ejemplares del Corán en el país escandinavo ha generado un total rechazo por parte de la comunidad musulmana, incluido el Gobierno turco, quien mantendrá su negativa hasta que cese la quema de «objetos sagrados».
En las últimas semanas el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, instaba al ejecutivo sueco a «asumir el control de las calles de Estocolmo», algo que de momento no está consiguiendo su primer ministro, Ulf Kristersson.
A pesar de los intentos de su Gobierno para frenar la constante quema del Corán a través de una reforma que prohíba estos actos, la falta de apoyos en el Parlamento sueco sigue siendo el principal escollo para llevarla a cabo. De esta forma, Suecia continúa inmersa en una crisis religiosa que adquirió un cariz más intenso y violento como consecuencia del inicio de las negociaciones que mantuvo Suecia y Turquía para su ingreso en la OTAN.
Asimismo, en los últimos dos meses estas protestas han ido en auge como consecuencia del ciudadano iraquí Salwan Momika, quien ha liderado las quemas públicas del Corán. Momika, que llegó a Suecia hace ya dos años como inmigrante ha cargado contra el Islam por «poner en riesgo los valores de Suecia», motivo por el que su principal objetivo es conseguir la prohibición del Corán en el país.
De igual manera, la posición indulgente de Estocolmo con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en la lista de terroristas de la UE –y partido al que relacionan con Salwan Momika– supone otro punto de tensión para unas negociaciones que continúan, de momento, estancadas.
Dinamarca prohibirá quemar el Corán
Ante la falta de contundencia jurídica y política sueca, Dinamarca –otro de los países que ha sufrido una masiva quema de ejemplares de Corán en los últimos meses– ha anunciado recientemente su intención de prohibir la quema del Corán. «La ley prohibirá el tratamiento inadecuado de objetos con un significado religioso importante para una comunidad religiosa», declaraba su primer ministro de Justicia, Peter Hummelgaard.
Este texto legislativo –que conllevaría una modificación del código penal danés– prohibirá quemar o pisotear el Corán, delito que se castigaría con hasta dos años de cárcel. Está previsto que dicha ley se presente en el Parlamento en las próximas semanas y que cuente con el apoyo de la gran mayoría de partidos.
«La ratificación se iniciará en octubre»
A pesar de la implacable negativa de Ankara, Suecia continúa confiando en el sí turco hasta el punto de ponerle una fecha. «Damos por hecho que la ratificación se iniciará en octubre», confirmaba hace unos días el ministro de Exteriores sueco, Tobias Billström, quien espera un proceso similar al de Finlandia en el Parlamento turco.
«Lo que sabemos del proceso de la pasada primavera con Finlandia es que tardó unos trece días. Algo similar esperamos que pase con nosotros», concluyó.
La decisión turca, en manos de Orbán
Turquía no es el único escollo que debe superar Suecia para entrar en la OTAN. Hungría se ha mantenido firme en el último año en su negativa y la decisión de Erdogan dependerá en parte del rumbo que decida tomar su colega Viktor Orbán. Está previsto que el Parlamento húngaro comience a funcionar el próximo 25 de septiembre.
Desde Budapest alegan que el acuerdo con Suecia depende únicamente de «una cuestión técnica», por lo que las próximas semanas serán clave para que la entrada sueca en la OTAN sea una realidad más de un año después de su solicitación.