Fundado en 1910
Aquilino Cayuela

Los BRICS tras la cumbre: ¿Éxito o fracaso?

La ampliación del grupo de los BRICS es una gran victoria para Xi, quien durante mucho tiempo ha presionado para expandir el bloque y su influencia

Los cinco miembros de los BRICS se mueven rápidamente hacia la ampliación del grupoAFP

Los seis nuevos miembros del grupo BRICS han sorprendido a muchos observadores.

Queda por ver si los ahora once miembros diferentes podrán ponerse de acuerdo en posiciones sustanciales, alcanzar vínculos más estrechos y proponer una narrativa más unificada que desbanque el predominante relato demo-liberal como aspiración de todas las naciones del globo.

No hace mucho que los inversores en particular se interesaban por los BRICS. La abreviatura BRIC para las grandes economías emergentes Brasil, Rusia, India y China fue acuñada por el economista jefe del banco de inversiones Goldman Sachs, Jim O'Neill, en 2001. La denominación se usó, por primera vez, en 2003.

Más tarde el término se generalizó entre el público en general. En base a este informe que afirmaba que los países BRIC (cuatro inicialmente) podrían estar entre los seis primeros países en términos de PIB para el año 2050.

Luego se añadió la «S» de Sudáfrica, en 2010, un año después de que los cuatro países unieran sus fuerzas. BRICS es un término formado por la primera letra del nombre de cada uno de los cinco países: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Ahora parece que la situación se podría acelerar en favor del grupo, porque sus nuevos miembros incluyen a varios de los mayores productores de energía y se añaden así a los mayores países del mundo en desarrollo. Suman, sin duda, un enorme peso demográfico y económico.

Los medios norteamericanos y europeos han tratado de quitar importancia a este último encuentro y a su ampliación, pero su desarrollo no se puede perder de vista, ni negar que los BRICS ganan peso en el orden internacional.

Uno de los objetivos del grupo busca impulsar el comercio en divisas alternativas al dólar, vieja aspiración de China y uno de los mayores deseos de la Rusia de Putin.

Ya el 23 de junio de 2022 se celebró una anterior cumbre a la que asistieron el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro indio, Narendra Modi.

En esta última, la de este verano en Sudáfrica, ha sido el poderoso líder de China Xi Jinping, quien ha llevado la voz cantante, rodeado de líderes de mercados emergentes y de países en desarrollo de África, Asia y América Latina. Un paso más en el mundo multipolar que quiere liderar China.

Aquí, no estuvo Putin presente, pero participo por video conferencia, lo que para muchos analistas ha supuesto un síntoma de su debilidad y han atribuido su ausencia al temor del amo del Kremlin de ser arrestado durante el viaje por la orden que pesa sobre él desde el Tribunal Penal internacional.

Aunque, si somos, realistas en cualquier caso esta cumbre también ha beneficiado a Rusia y le da «alas» frente al esfuerzo aislacionista que está haciendo el bloque occidental.

En 2022, el presidente chino, Xi Jinping, declaró: «Algunos países buscan la seguridad absoluta mediante la expansión de alianzas militares y practican la autosuficiencia a gran escala, ignorando los derechos e intereses de otros países. Si este peligroso impulso continúa, el mundo se volverá aún más inestable e intranquilo».

Una declaración de intenciones de la dirección de los BRICS. En este marco, Xi, criticaba duramente a Estados Unidos y Europa por avanzar hacia la expansión de la OTAN.

Por eso, entonces como ahora, los dirigentes chinos y rusos muestran su unidad con vistas a ofrecer una alternativa contrapuesta a Estados Unidos y Europa en el orden de seguridad y defensa.

Las reuniones BRICS buscan el ascenso de una comunidad internacional en competencia con el Grupo de los Siete (G7) y con la OTAN, porque, aunque el BRICS no son una alianza militar, sí anuncian la posible confrontación con ella.

Como lo demuestra la reciente expansión de los BRICS y la larga lista de países que esperan para unirse a él, la oferta de Xi de un orden mundial alternativo está encontrando oídos muy receptivos en todo el Sur Global, donde muchos países se sienten marginados en un sistema internacional que consideran dominado por Estados Unidos y sus aliados ricos.

Además, atrae a numerosos regímenes para los que el patrón democrático y liberal de occidente les resulta incómodo y los nuevos dogmas y agendas globalistas están descartadas de antemano por sus líderes. Xi, por ese motivo salpicó sus discursos de críticas a la «hegemonía» estadounidense y de sus aliados.

Para muchos analistas, no está claro hasta qué punto la expansión de los BRICS aumentará el valor y la influencia de este grupo. Pero lo que sí que está claro es su crecimiento y que, para ellos, en especial para Xi, esta última cumbre ha sido un gran triunfo.

Es una cuestión de perspectivas contrapuestas.