China podría hacer descarrilar la Cumbre del G20 con las presiones de Xi Jinping
El presidente chino podría tensionar la reunión de los líderes G20 hasta llegar a estropear la cita de Nueva Delhi
Entre el 9 y 10 de septiembre se va a celebrar en Nueva Delhi la 18ª Cumbre del G20, pero las presiones de China en la región podrían eclipsar este encuentro. Existe la amenaza de una afrenta de China al país anfitrión, la India.
Xi Jinping podría estropear la actuación de Narendra Modi. Según informaciones no confirmadas, es probable que el jefe de Estado y líder del partido comunista chino no asista a la cumbre del G20 en Nueva Delhi. Se espera que el primer ministro Li Qiang asista en su lugar.
Anteriormente, el Kremlin había anunciado que el presidente ruso, Vladimir Putin, estaría representado por su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
En un principio no se dio ninguna razón para la posible cancelación de Xi, y tampoco hubo noticias de Pekín.
Pero todo se desarrolla en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas. Si Xi cancelara su presencia, también se perdería la oportunidad de reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al margen de la cumbre.
En este sentido, hay que sumar a las tensas relaciones entre Pekín y Washington los conflictos territoriales, en aumento, entre China y sus países vecinos.
India, Malasia y Filipinas, por ejemplo, han protestado por la señalización de zonas marítimas en disputa en un mapa oficial para el año 2023 publicado por China esta semana.
El mapa chino asigna a territorio chino las zonas de Arunachal Pradesh y Aksai Chin reclamadas por India, así como Taiwán y la práctica totalidad del mar de China Meridional, donde las reivindicaciones chinas se solapan con las de varios Estados del Sudeste Asiático.
A nivel territorial, China también reclama la parte rusa de la península de Bolshoi Ussuri. La península, llamada Heixiazi Dao en chino, se encuentra entre la provincia septentrional china de Heilongjiang y la región rusa de Jabarovsk.
Las líneas de demarcación de este mapa chino con reivindicaciones territoriales de Pekín son nuevas pero el momento de la publicación del mapa, muy próximo a la reunión del G20 y el grado de asertividad y provocación de Pekín que ha levantado las protestas, principalmente de India, país anfitrión, muestran que esta jugada de Pekín pretende influir en la cumbre.
Ya se habían producido con anterioridad ligeros indicios de distensión entre China e India, la cumbre de los BRICS, después de que Xi Jinping y el primer ministro indio, Narendra Modi, intercambiaran algún breve diálogo en privado.
De hecho, se especula que hay un principio de acuerdo de desescalada en la frontera común, en el Himalaya.
Desde que India acusó a las tropas chinas de cruzar la llamada «línea de control real» entre ambos países, miles de soldados están en ese punto en estado de máxima alerta.
La incertidumbre sobre la participación de Xi se atribuye en India a estos desacuerdos entre ambos países. Para el jefe de Gobierno indio, un buen resultado de la reunión del G20 es inmensamente importante y piensan que China quiere desbaratar un posible éxito del anfitrión.
De otro lado, Rusia y China llevan meses complicando las negociaciones con su postura sobre la guerra de Ucrania.
En las reuniones a nivel ministerial, los participantes no pudieron ponerse de acuerdo sobre declaraciones conjuntas porque los representantes occidentales insisten en condenar la invasión rusa siguiendo las líneas de la «Declaración de Bali» del año pasado.
Sin embargo, Rusia y China ya no quieren aceptar este compromiso. Es muy incierto, por tanto, que los líderes del G20 lleguen a un acuerdo sobre un comunicado final en septiembre.
Antes de la cumbre del G20, los diez jefes de Estado y de Gobierno de los países de la ASEAN se reunirán en Yakarta del 5 al 7 de septiembre para celebrar su cumbre anual.
Esto incluye reuniones con los llamados socios del diálogo, como Estados Unidos, Japón, Rusia y China. La atención se centra en la tensa situación del Indo Pacífico.
Malasia y Filipinas, miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que está integrada por Indonesia, Filipinas, Malasia, Singapur, Tailandia, Vietnam, Brunei Darussalam, Camboya, Laos y Myanmar.
Estas naciones ya han protestado abiertamente contra el mapa chino y criticaron la inclusión de la llamada línea de nueve rayas, que China utiliza para marcar sus reivindicaciones de soberanía en el Mar de China Meridional.
Según los países afectados las demarcaciones chinas «no tiene base en el derecho internacional», como declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores filipino. La disputa por el mapa muestra que muchos Estados están cada vez más soliviantados y menos dispuestos a aceptar la presión de las pretensiones chinas de poder en la región.