Fundado en 1910

El presidente de Colombia, Gustavo PetroAFP

Colombia

Petro nombra «gestor de paz» al «gafas» un preso y secuestrador de Ingrid Betancourt

El presidente destaca de Alexander Farfán Suárez, uno de los jefes que tuvo más poder de las FARC, «su conocimiento y experiencia»

El presidente de Colombia, acorralado por losccasos de corrupción, no deja de sorprender. Gustavo Petro ha designado como «gestor de paz» a Alexander Farfán Suárez, secuestrado de la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt y actualmente preso en una cárcel colombiana.

Petro le ha encomendado una de las misiones más complejas y delicadas en el proceso de paz colombiano: negociar con la guerrilla terrorista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los restos de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias) que permanecen en actividad en la selva.

Más conocido como el «gafas», Farfán Suárez formó parte del comando de las FARC que interceptó y mantuvo secuestrada en 2002 a Betancourt. La colombiana, que también posee nacionalidad francesa, permaneció seis años en cautividad.

En el decreto del presidente se nombra, «como gestor de paz a Alexander Farfán Suárez para que contribuya con su conocimiento y experiencia a la estructuración del proceso de paz o de estrategias para acercamientos con grupos armados organizados al margen de la ley o promover acuerdos y acciones humanitarias».

En la misma resolución aclara que la designación «no suspende o pone fin en ningún caso a los procesos judiciales y los gestores tendrán que responder a las autoridades competentes en caso de ser requeridos».

Preso desde diciembre

El flamante cargo del gobierno fue detenido a finales del pasado año y actualmente se encuentra recluido en la cárcel de La picota en la ciudad de Bogotá. Se le acusa de realizar actividades terroristas como miembro del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC.

La guerrilla más antigua del continente aceptó someterse al proceso de paz acordado pro el expresidente Juan Manuel Santos, a pesar de haber sido sometido a referéndum y rechazado en las urnas mayoritariamente por la población. Un sector de las FARC se negó a la propuesta y algunos de los que aceptaron terminarían volviendo a la selva y reincorporados a las filas de la organización más sanguinaría del continente.

La decisión de Petro ha desatado las críticas de la oposición que considera inasumible blanquear al «gafas» con un cargo de tanta importancia como, en definitiva, es ejercer de mediador de los grupos guerrilleros colombianos.