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El presidente Joe Biden y el primer ministro indio Narendra Modi en una cena en la Casa BlancaAl Drago / GTRES

¿Podrá la India disputar la influencia global de China tras la cumbre del G20?

La decisión de la India de proporcionar a la Unión Africana un asiento en el G20 es otro paso para contrarrestar la creciente influencia de Pekín

La notable ausencia de Xi Jinping en la Cumbre del G20 en Nueva Delhi posicionó a la India como una alternativa a China en el intento de ambos de asumir el liderazgo entre las naciones en desarrollo también denominadas como «Sur Global».

Durante la reunión de dos días que terminó el pasado domingo, el grupo también acordó dar la bienvenida a la Unión Africana de 55 integrantes como miembro permanente y su segunda organización regional, después de la Unión Europea, en una medida que hace que el bloque sea más representativo con respecto a los países en desarrollo.

Xi Jinping y su homólogo ruso, Vladimir Putin, quien es buscado por crímenes de guerra en Ucrania, se ausentaron del evento, enviando al primer ministro Li Qiang y al ministro de Relaciones Exteriores Sergey Lavrov en sus lugares, respectivamente.

«China parece haber adoptado un enfoque de no intervención en la cumbre después de la reunión del mes pasado del grupo BRICS de cinco naciones», dijo al Japan Times Matthew Bey, analista de la firma estadounidense de geopolítica e inteligencia RANE. Bey agregó que Pekín ya no parece ver al G20 como una agrupación internacional clave.

Por su parte, para James D.J. Brown, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Temple en Japón la decisión de Xi de no asistir al evento benefició a los líderes del G7, ya que les brindó la oportunidad de demostrar a India «quiénes son sus verdaderos amigos».

«Proporcionar a India una plataforma donde pueda desarrollar un papel de liderazgo global fue un movimiento inteligente de Biden y los otros líderes del G7», señaló por su parte Sebastian Maslow, profesor de relaciones internacionales en Sendai Shirayuri Women's College.

«Esto puede ayudar a acercar a India al grupo de las siete potencias (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y, por lo tanto, ayudar a salvar las amargas divisiones entre Occidente y el Sur Global» agregó Maslow.

Una de las conclusiones clave de la cumbre fue un plan para revisar los bancos multilaterales de desarrollo, en particular las instituciones lideradas por Occidente como el Banco Mundial, y ampliar su capacidad de préstamo.

Si bien este es un paso positivo para las naciones en desarrollo, Maslow señaló al Japan Times que la medida también puede verse como un intento de contrarrestar la creciente influencia financiera de China sobre estos países y restaurar parte de la credibilidad del orden global liderado por el G7.

Esto es significativo, explicó Brown, porque si estas instituciones no se financian adecuadamente, los países en desarrollo «no tendrán más remedio que buscar préstamos de Pekín».

Gran parte de la influencia de China se centra en África, por lo que los expertos ven la decisión de la India de proporcionar a la Unión Africana un asiento en la mesa del G20 como otro paso para contrarrestar la creciente huella de Pekín en el continente.

«Esta medida sugiere que la vieja rivalidad entre India y China en desempeñar un papel de liderazgo en los países en desarrollo puede estar volviendo a la prominencia», dijo Ian Chong, profesor asociado de la Universidad Nacional de Singapur.

Mientras tanto, muchos países emergentes y en desarrollo parecen estar aprovechando las actuales rivalidades entre las grandes potencias ya que trabajar con un lado no les impide necesariamente colaborar con el otro. Aún queda por ver quien ríe por último.