El ejército transporta víveres a las aldeas más remotas del Atlas tras el terremoto
Decenas de miles de personas que habitan territorios rurales de difícil acceso necesitan de ayuda para obtener agua y comida
Desde la base aérea de Marrakech, parten a diario helicópteros para llevar víveres a los habitantes de los rincones más inaccesibles del alto Atlas azotados por el seísmo. Es una tarea arriesgada, entre valles de montañas de más 2.000 metros de altura, donde aparecen diseminadas casas derruidas y es difícil encontrar una zona plana para aterrizar.
El seísmo dejó casi 3.000 muertos en las montañas marroquíes. En muchas zonas rurales, la única vía para acceder es a través del aire, con helicópteros de la Gendarmería Real.
La misión del ejército es chequear el avance del realojamiento de los aldeanos y proveerlos de comida. Actualmente, los militares realizan unos 120 viajes diarios por tos este terreno montañoso.