México-Cartel de Sinaloa
El castigo más salvaje para los traidores del hijo del «Chapo» Guzmán: la jaula de los tigres
La extradición de Ovidio Guzmán, preso en una prisión rascacielos de Chicago, pone a un ejército de abogados a trabajar y su expediente saca a la luz las atrocidades del cartel de Sinaloa
La extradición a estados Unidos de Ovidio Guzmán, uno de los 10 hijos del «Chapo» Guzmán, ha desatado un aluvión de reacciones en el cuerpo de abogados del cartel de Sinaloa que considera que su traslado, en tiempo récord, a un rascacielos convertido en prisión de máxima seguridad, no cumplió con el procedimiento adecuado.
La polémica ha obligado al presidente Andrés Manuel López Obrador a dar explicaciones y defender que la entrega del narcotraficante, la más importante de su mandato, se hizo ajustada la ley.
La batalla judicial y política continúa mientras se conocen detalles de la forma de actuar de «El Ratón», como se conoce al preso en México, Estados Unidos y medio mundo.
La familia que controla el cartel del Sinaloa operaba, según la documentación recogida en las diferentes causas judiciales que tendrá que afronta Ovidio Guzmán, con escasa diferencias a como lo hacen el resto de las organizaciones criminales de México, pero ellos tenían –y posiblemente conservan- una seña de identidad distinta.
Todos los suplicios
A los que les traicionaban o capturaban, entre otros suplicios, les arrojaban a una jaula con tigres de Bengala de la que no se tienen noticias que alguien saliera vivo. La crueldad salvaje solía venir precedida de palizas brutales, torturas y hasta descargas eléctricas.
El modus operandi de la organización tenía en su hoja de ruta convertir en adictos al mayor número de personas posibles, pero, con especial interés en generar dependencia con el fentanilo que mezclaba con otras sustancias tóxicas.
El clan de los «chapitos», como se conoce a los cuatro hermanos Guzmán hijos de su relación con su segunda mujer, Griselda López Pérez, han modificado el negocio a medida que descubrían drogas más baratas y más tóxicas para los consumidores.
El trafico inicial de las llamadas drogas blandas como la marihuana se mantiene y heroína, metanfetaminas y la cocaína todavía sigue siendo negocio, pero nada engancha como el fentanilo, la droga que, por cierto, acabo con la vida de Prince.
El fentanilo es 100 veces más potente que la morfina y 50 que la heroína
El fentanilo es 100 veces más potente que la morfina y 50 que la heroína, pertenece a la familia de los opioides, como la morfina y la oxicodona.
«En Estados Unidos el problema es estrepitoso», explica a El Debate Esther Gramage, profesora de toxicología de la Universidad CEU San Pablo y miembro del Instituto de Estudios de las Adicciones (IEA-CEU). Ese destino, Estados Unidos, al otro lado de la frontera era el favorito de «El Ratón». Eso, es lo que tratarán de demostrar en los sucesivos juicios que le esperan en Chicago y Nueva York.
El preso número 72884-748
Mientras le llega la hora de la justicia, Ovidio Guzmán, de 33 años, pasa las horas en una prisión de características muy particulares. Según consta en el Buró Federal de Prisiones, –al que ha tenido acceso la agencia Efe– el preso número 72884-748 se encuentra el Centro Correccional Metropolitano (MCC, en inglés) de Chicago, en Illinois.
El MCC donde fue recluido está en pleno centro de Chicago, a pocas calles del famoso Instituto de Arte de esta ciudad, conocida por su icónica arquitectura.
Un rascacielos de base triangular con 28 pisos y un patio en la azotea
La prisión, diseñada por el arquitecto Harry Weese e inaugurada en 1975, se distingue de otros centros penitenciarios federales porque se trata de un rascacielos de base triangular con 28 pisos y un patio en la azotea.
Las celdas del penal tienen ventanas de 13 centímetros de ancho, diseñadas lo suficientemente estrechas para que no fuera necesario colocar rejas.
Sin embargo, dos ladrones de banco lograron en 2012 abrir un agujero en una de ellas y escapar con una cuerda colgante hecha con sábanas desde la decimoséptima planta. Fueron capturados días después.
Años antes, en 2009, Matthew Nolan, hermano del cineasta Christopher Nolan, también intentó sin éxito huir del penal por una ventana cuando estaba detenido pendiente de una solicitud de extradición a Costa Rica por un supuesto asesinato.
Los otros presos
Por esta prisión pasó también otro narcotraficante mexicano Vicente Zambada Niebla, hijo del antiguo líder del Cártel de Sinaloa, , junto con el «Chapo», Ismael «El Mayo» Zambada, tras su extradición a Estados Unidos en 2010.
«El Ratón», apodado de este modo por su capacidad de escurrirse de cualquier sitio, tiene ahora algo complicado escaparse de este edificio. No es como una jaula de tigres, pero algo debe pensar que se le parece.