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Conner Rousseau, líder del partido socialista Vooruit

Conner Rousseau, líder del partido socialista VooruitX / @politiclub

Investigan a un líder socialista belga por comentarios «racistas y xenófobos» contra la policía

Conner Rousseau «bebió más de la cuenta» y se involucró en un altercado con la policía de la ciudad de Sint-Niklaas

Conner Rousseau, presidente del partido socialista flamenco belga Vooruit, se encuentra en el ojo del huracán. Está siendo investigado por presuntos comentarios «racistas y xenófobos» dirigidos a la policía durante un festival en Sint-Niklaas, su ciudad natal, a principios de septiembre.

El incidente habría tenido lugar a las puertas de un bar llamado Hemelrijk. La policía estaba apostada allí como parte de las medidas de seguridad del evento ‘Vredefeesten’, un festival que destaca por los globos aerostáticos que despegan desde la Grand-Place. Los agentes tenían instrucciones de despejar el paso, orden que, al parecer, no fue del agrado de algunos asistentes, incluido Rousseau.

La tensión fue subiendo, y el político se enzarzó en una viva discusión con la policía. Las autoridades involucradas afirman que Rousseau emitió insultos «impactantes». Y a pesar de que no compartieron lo que dijo específicamente, los agentes confirmaron ante la prensa belga que los comentarios del socialista fueron «racistas y xenófobos».

Frente a la oleada de críticas y polémicas, Rousseau se hace el loco. Afirma que no ha sido informado oficialmente sobre la investigación, aunque reconoció haber estado en el café ese día y haber charlado con varios agentes. «Sí, bebí más de la cuenta», admitió, «pero en mi memoria, el tono de esas conversaciones era más bromista y amigable». Manifestó supuesta sorpresa por las acusaciones y aseguró que espera ser convocado pronto para esclarecer la situación frente a un juez.

El alcalde de la ciudad, Lieven Dehandschutter, confirmó que sí se presentó un informe sobre los presuntos comentarios y que la fiscalía está llevando a cabo una investigación al respecto. Mientras tanto, los cuerpos policiales del país critican la falta de respeto hacia su labor, destacando también el episodio del ‘Pipigate’, cuando los amigos del ministro de Justicia Vincent Van Quickenborne hicieron pis sobre un furgón policial.

Rousseau había anunciado en abril su candidatura para la alcaldía de Sint-Niklaas en las elecciones municipales de octubre. Si resultara elegido, estaría al mando de la misma policía con la que tuvo el altercado.

No es la primera vez que se encuentra en el centro de las polémicas. En diciembre de 2020, suscitó controversia tras plantear, durante una entrevista con VRT, la posibilidad de prohibir a ciertas mujeres tener hijos, especialmente si ya se les había retirado previamente un hijo o si la futura madre era toxicómana. Propuso, concretamente, la implementación de sanciones y una interdicción temporal de procreación para estas mujeres.

Y ya en abril de 2022 fue acusado de racismo tras decir que, cuando conduce por el barrio de Molenbeek (en Bruselas), «siente que no está en Bélgica», tachando la comuna de «safári islámico» por su gran número de inmigrantes musulmanes.

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