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Muere en la cárcel Messina Denaro, despiadado capo de la mafia que vivió 30 años como un fantasma
El mafioso ha fallecido esta madrugada en el pabellón penitenciario del hospital San Salvatore de L'Aquila a causa de un cáncer de colon
Tan solo ocho meses después de su detención, el jefe de la Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, ha muerto esta madrugada a los 61 años en el pabellón penitenciario del hospital San Salvatore de L'Aquila, prisión a la que fue trasladado para el tratamiento del cáncer de colon que padecía y que finalmente ha acabado con su vida.
El 'capo', originario de Castelvetrano, ha sido asistido durante sus últimas horas por su hija Lorenza Alagna, aunque no ha tenido la posibilidad de despedirse de su hermana y alter ego, Rosalia Messina Denaro, detenida hace unos meses por pertenencia a la mafia.
El 'padrino' de Castelveltrano acumula a sus espaldas secuestros, asesinatos, torturas y auténticas atrocidades como jefe de la Cosa Nostra. El 2 de junio de 1993 se perdió la pista del sanguinario 'capo', que se fugó tras la detención de su compañero Totò Riina, el 15 de enero de 1993.
Treinta años después y casi en la misma fecha exacta de la detención de Riina, Messina Denaro fue capturado y juzgado por las autoridades italianas. Ambos quedaron vinculados también por los famosos archivos del capo Corleone, que, según el delator Nino Giuffrè, estaban en manos del 'capo' de Castelvetrano: «Riina era un maniático de juntar y guardar todos los documentos, incluso tomaba notas en las reuniones y las apartaba y esos papeles acabaron en manos de Matteo Messina Denaro».
Tras el desmantelamiento de su multimillonario imperio y la incautación de su «red de protección», Matteo Messina se convirtió en un fantasma para la sociedad italiana. La caza del 'padrino' se culminó con su detención, el 16 de enero de 2023.
Un sanguinario playboy
Según rememora la televisión pública italiana, en la provincia de Trapani aún le recuerdan conduciendo su Porsche hasta la playa de Marina di Selinunte para ir a su club favorito, donde se reunía con sus amigos de toda la vida: Giuseppe Fontana, Leonardo Ciaccio, Ciccio Clemente y Francesco Geraci.
Vestía pantalones Versace, pañuelos en la cabeza y camisas de diseño que adquiría en las tiendas más exclusivas. «Cuando Riina le encargó que siguiera a Falcone, Martelli y Maurizio Costanzo en Roma, a finales del 91, siempre encontraba tiempo para aprovisionarse de camisas en la tienda más exclusiva de Via Condotti e iba a comer a los sitios más de moda», cuenta arrepentido Vincenzo Sinacori, de Mazara. Culminaba su imagen de playboy siciliano de finales del siglo XX con unas gafas Ray Ban y un Rolex Daytona, complementos que portó hasta en su detención.
El padrino de Castelvetrano siempre se ha movido en la estela de la ferocidad criminal de Salvatore Riina y el pragmatismo político de Bernardo Provenzano, pero sobre todo ha admirado a su padre, Don Ciccio, que murió prófugo en 1998. Cuando el viejo patriarca desapareció, al joven Matteo ya se le había perdido la pista desde hacía cinco años, en 1993, incluso antes de que se viera implicado en la investigación de las matanzas de aquellos años. Y desde entonces, 'Diabolik', apodo con el que le reconocían sus fieles, siempre había logrado escapar a las diversas redadas, a pesar de la tierra quemada que hicieron a su alrededor los investigadores e incluso los miembros de su familia.
Resumen de su actividad delictiva
«Soy el cuarto de seis hermanos y soy el único que ha continuado la actividad de mi padre», dictó Matteo en un acta en las oficinas de la brigada móvil de Trapani el 30 de junio de 1988, cuando se le tomó declaración como testigo en una investigación por asesinato. En 1989, su padre le hizo participar en los asesinatos de cuatro hombres de honor de la familia Alcamo que discrepaban de las estrategias de Trapani y Corleone. Las víctimas fueron estranguladas y disueltas en ácido, tal y como solía hacer la mafia en aquella época.
A los 20 años, Messina Denaro participó activamente, junto con los Corleonesi, en la guerra contra las familias rebeldes de Marsala y Belice. Se convirtió en el protegido de Totò Riina. Ya era mafioso, pero cobraba el subsidio de desempleo del Inps y alardeaba de ello. A los 27 años fue denunciado por asociación mafiosa.
El primero en investigar y escribir el nombre de Matteo Messina Denaro en un expediente de investigación fue Paolo Borsellino en 1989.
Entre las trece cadenas perpetuas dictadas contra 16 jefes por la masacre de Capaci –atentado con coche bomba que acabó con la vida de 23 personas– estaba Matteo Messina Denaro. En el atentado del 23 de mayo de 1992 murieron el juez Giovanni Falcone, su esposa Francesca Morvillo y los agentes de escolta Vito Schifani, Rocco Dicillo y Antonio Montinaro.
Asimismo, fue uno de los instigadores de la masacre de Via D'Amelio, en Palermo, en la que perdieron la vida el magistrado italiano Paolo Borsellino y cinco agentes de escolta: Agostino Catalano, Emanuela Loi, Vincenzo Li Muli, Walter Eddie Cosina y Claudio Traina; era el 19 de julio de 1992.
Ese mismo mes, Messina Denaro figuraba entre los ejecutores materiales del asesinato de Vincenzo Milazzo (jefe de la cosca de Alcamo), que había empezado a mostrarse impaciente con la autoridad de Riina. Pocos días después, también estranguló bárbaramente a la compañera de Milazzo, Antonella Bonomo, embarazada de tres meses: los dos cadáveres fueron enterrados en el campo de Castellammare del Golfo.
Al superlativo también se le considera responsable de la masacre de Georgofili, en Florencia, la noche del 26 al 27 de mayo de 1993, cerca de la Galería de los Uffizi, en la que murieron cinco personas al estallar un coche bomba. Para los tribunales italianos, también está detrás de la masacre de Via Palestro, en Milán, el 14 de mayo de 1993, en la que un coche bomba mató a cinco personas.
A Messina Denaro también se le atribuye el atentado de Via Fauro, en Roma, cuando, el 14 de mayo de 1993, un coche bomba explotó cerca de la casa del periodista Maurizio Costanzo, muy comprometido entonces en la lucha contra la Mafia. Tanto Costanzo como su esposa Maria De Filippo resultaron ilesos, pero hubo 24 heridos.
Por último, en noviembre de 1993, el pequeño Giuseppe Di Matteo, de sólo 12 años, fue secuestrado por orden de Messina Denaro para obligar a su padre Santino a retractarse de sus revelaciones sobre la masacre de Capaci: tras 779 días de cautiverio, el pequeño Di Matteo fue brutalmente estrangulado y su cadáver disuelto en ácido.