Cruce de burlas entre Hillary Clinton y el Kremlin: «Vladimir, tú te lo buscaste»

Cualquiera diría que la ampliación de la OTAN podría ser motivo de chanza entre Estados Unidos y Rusia con una guerra en marcha a las puertas de Occidente iniciada, entre otras cosas, bajo ese mismo pretexto. Pero nada más lejos de la realidad. Hillary Clinton y el portavoz del Kremlin han protagonizado esta semana, con un día de diferencia, un cruce de burlas singular.

Ataviada con uno de sus habituales trajes de chaqueta pantalón -en esta ocasión en el color rosa de Barbie que se ha vuelto a poner de moda-, la exsecretaria de Estado norteamericana asistía este martes a un acto más en su agenda; la presentación oficial de un retrato suyo que adornará las paredes del Departamento de Estado.

Mirando al horizonte, traje celeste y, de fondo, la bandera norteamericana. Con el lienzo a su derecha, la Clinton de carne y hueso pronunció un discurso en el que elogió al actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y defendió los derechos y valores impulsados por su compañero demócrata durante estos cuatro años de mandato.

«Hemos visto la continuación de muchos de los valores y prioridades en los que trabajamos durante la administración Biden. Y al mirar a todo el mundo, defender la democracia en Ucrania y ampliar la OTAN...». En ese instante, sin terminar de pronunciar estas palabras, se acordó de la OTAN, de Ucrania y, de rebote, tuvo un «comentario aparte» para Putin.

«Muy mal, Vladimir, tú te lo buscaste», le espetó Clinton mientras sacaba a los presentes del trance de un acto oficial robándoles una carcajada. «Ese fue un gran punto de discordia. Y siempre dijimos que la gente no está obligada a unirse a la OTAN, la gente lo elige y quiere unirse a la OTAN y, expandir la OTAN», concluyó.

La respuesta envenenada del Kremlin

La respuesta de Rusia no se hizo esperar mucho, horas después el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, buscó la mofa en una anécdota del pasado; cuando en 2009 Clinton, como representante de la política exterior norteamericana, se reunió con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en Ginebra para iniciar una nueva era y reiniciar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Entonces era presidente Barack Obama y Joe Biden era su vicepresidente.

Clinton hizo entrega a Lavrov de un botón rojo con dos palabras, una en inglés -'reset'- y otra en ruso -'peregruzka'. En la lengua materna de la norteamericana todo estaba correcto, porque el motivo de aquel jocoso obsequio era, precisamente, el reinicio de las relaciones. Sin embargo, en ruso, la traducción era 'sobrecarga'.

«La señora Clinton es conocida entre nosotros por sus intentos de invertir conceptos y reemplazarlos. Por supuesto, aquí deberíamos recordarle a ella y a todos aquellos que están dispuestos a estar de acuerdo con ella la sustitución de conceptos».

Quizá en el Kremlin, residencia de avezados propagandistas, todavía conservan la caja con aquel botón simbólico esperando el momento para devolvérselo a Estados Unidos con otro juego de palabras.