Italia evita el acuerdo migratorio de la UE que Marlaska quería cerrar hoy mismo
Los 27 ministros de Interior de la Unión Europea se reunieron en el Consejo para acordar de una vez por todas el protocolo de gestión de crisis de su pacto migratorio
Los «matices» han impedido que los 27 países del bloque europeo sean capaces de cerrar por fin su acuerdo migratorio.
Reunidos desde esta mañana, los ministros de Interior de cada uno de los estados de la UE dialogaron sobre la última pieza del puzle de la inmigración europea: la gestión de crisis migratorias, problema que cada vez genera más tensiones dentro del bloque.
«No hay ningún gran obstáculo. Son solo matices. Formalizaremos la decisión en dos o tres días», prometió la Comisaria Europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson. Es un marco de tiempo ambicioso que, según el ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, terminaría antes incluso de la cumbre de Granada.
Sin embargo, el ambiente en el Consejo es menos «positivo y constructivo» de lo que asegura Johansson: Matteo Piantedosi, ministro de Interior italiano, abandonó la sala antes de que se llevara a cabo el voto, con la intención de vender caro su apoyo a la moción.
El gran obstáculo italiano
Italia sufre desde hace meses una inmensa presión en la isla de Lampedusa, sobrepasada por los flujos migratorios irregulares. Ante esta situación, el ejecutivo dirigido por Giorgia Meloni critica dos de los puntos del acuerdo migratorio, y ha pedido más tiempo para revisar el documento del consejo.
Su primera preocupación es el pacto alcanzado con Alemania, que elimina la obligación de cumplir ciertos estándares acogida para refugiados en circunstancias excepcionales. Recogidos en el artículo 5 del acuerdo, suponen un punto que había sido controvertido para el partido verde alemán y para el gobierno de Olaf Scholz.
Además, Italia mantiene una postura crítica hacia las ONG que efectúan labores de rescate en el Mediterráneo. El gobierno italiano desearía poder acusar a estas entidades de utilizar la migración para desestabilizar países, algo que el acuerdo propuesto entre España y Alemania no contempla.
Debido a estas inquietudes, Roma ha solicitado tiempo adicional para reflexionar sobre el documento, aunque su voto no será decisivo a la hora de cerrar el acuerdo.
Un optimismo sin fundamento
El ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, tuvo que dar marcha atrás respecto a sus declaraciones de esta mañana, cuando prometía que el acuerdo se zanjaría hoy mismo. A pesar del optimismo inicial, el ministro se vio obligado a admitir que aún no se ha resuelto: «Creo que estamos muy cerca de conseguir esa conformidad necesaria a muy corto plazo».
«Los trabajos de estos últimos meses, y especialmente de esta última semana de todas las delegaciones, han sido realmente importantes y nos permiten ser optimistas. Queda ultimar las partes finales de la crisis y zanjar los trílogos pendientes», agregó Marlaska.
La situación migratoria en la Unión Europea ha experimentado cambios importantes en el último año. Hasta ahora, se han registrado más de 250.000 llegadas irregulares. Aunque la ruta del Mediterráneo central ha visto un aumento en los flujos migratorios, ha habido una disminución en la ruta del Mediterráneo oriental, si bien algunas islas griegas experimentan una presión creciente.
A pesar de que el Mediterráneo occidental se mantiene estable, las Islas Canarias han notado un incremento significativo en las llegadas, al igual que desde Bielorrusia. Por otro lado, se han tramitado 600.000 solicitudes de asilo, cifra que duplica las llegadas irregulares, subrayando que el desafío es mucho más grande de lo que sugieren las cifras de llegadas.