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El presidente francés Emmanuel Macron se dirige a la Asamblea de CórcegaAFP

Francia

Macron cede en ampliar la autonomía de Córcega pero rechaza hablar otro idioma oficial que no sea el francés

La clave de este cambio institucional pasaría por reconocer «las características específicas» de la isla «en un artículo aparte», como una «comunidad insular histórica, lingüística y cultural»

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha abordado uno de los grandes quebraderos del país galo, el estatuto de la isla mediterránea de Córcega. Macron ha viajado hoy hasta este enclave donde ha propuesto una «autonomía» para la isla, así como reconocer la especificidad de esta región en la Constitución.

Ante la asamblea regional en Ajaccio, Macron llamó a «construir una autonomía a la corsa», que «no será una autonomía contra el Estado ni una autonomía sin el Estado, sino una autonomía para Córcega y dentro de la República» francesa.

En marzo de 2022, los disturbios en Córcega por el brutal ataque y posterior deceso de un corso preso independentista por el asesinato de un prefecto en 1998 obligaron al gobierno a ofrecer un proceso de diálogo, a menos de un mes de la elección presidencial.

Tras 18 meses de diálogo, el mandatario abogó por que la lengua corsa tenga «más espacio» en «la educación y en el ámbito público» y abrió la puerta a que el Parlamento regional tenga una «capacidad normativa» sobre las competencias que gestiona «bajo el control del Consejo de Estado y del Consejo Constitucional».

La clave de este cambio institucional pasaría porque la Constitución francesa reconozca «las características específicas» de Córcega «en un artículo aparte», como una «comunidad insular histórica, lingüística y cultural».

Esta es «una cuestión eminentemente política que requiere una solución política», subrayó Macron, que dio «seis meses» de plazo a las autoridades corsas ya su gobierno para que lleguen a un «acuerdo» sobre los términos de una ley para modificar el estatuto regional.

La situación administrativa en Francia de la cuarta isla más grande del Mediterráneo, donde nació Napoleón Bonaparte en 1769, ha evolucionado con el tiempo: de formar parte de una región con Marsella a lograr un estatuto especial.

Desde enero de 2018, Córcega está considerada como colectividad territorial, que aúna las funciones departamentales y regionales, y gestiona nuevas competencias como el deporte, transportes, cultura y medio ambiente.

En un país menos descentralizado que sus vecinos España o Alemania, los nacionalistas corsos reclamaban una mayor autonomía en materia fiscal y un estatuto de residente propio, así como el reconocimiento del pueblo corso o la co-oficialidad de la lengua regional.