Fundado en 1910
Aquilino Cayuela
Israel en guerra

Israel en guerra: una crisis de proporciones aún desconocidas

El mundo árabe se estaba reconciliando con Israel, desde los acuerdos de Abraham, y Arabia Saudí estaba ultimando normalizar sus relaciones con Israel. Todo ha estallado

La respuesta de Israel a los ataques de Hamás: la Torre Palestina en ruinas después de que aviones de combate la bombardearanEFE

Hemos de entender que lo ocurrido este 7 de octubre ha abierto una nueva crisis importante en un mundo fracturado y que al interior de Israel ha tenido el mismo impacto para sus ciudadanos que los atentados del 11 de septiembre para los estadounidenses, en 2001. Incluso mucho más, porque ha sido una incursión armada por un grupo terrorista que ha infligido mucha violencia en los últimos años.

Unos 19.000 trabajadores palestinos entraban cada día en Israel desde Gaza

Los israelíes habían bajado la guardia pues creían que Hamás estaba ahora centrado en un alto el fuego a largo plazo en el que cada parte se beneficiaba de un «vive y deja vivir». Unos 19.000 trabajadores palestinos entraban cada día en Israel desde Gaza, beneficiando a su economía. Pero esta paz era un engaño.

¿Cómo es posible que la organización terroristas lo haya conseguido? ¿Cómo han podido burlar a la comunidad de inteligencia israelí y a sus Fuerzas de Defensa?

Los Acuerdos de Abraham

Un primer análisis nos permite exponer algunos hechos:

El mundo árabe se estaba reconciliando con Israel, desde los acuerdos de Abraham, y Arabia Saudí estaba ultimando normalizar sus relaciones con Israel. Estados Unidos estaba presionando a Israel para dar concesiones a la Autoridad Palestina, enemiga de Hamás.

Del otro lado, Hamás (que sigue los dictados de Irán o, al menos, actúa de forma coordinada con su régimen) tiene el objetivo de interrumpir este proceso de paz. Ambos comparten el objetivo de erradicar a Israel o «extirparlo como un tumor», como han declarado las autoridades iraníes tras el ataque de Hamás.

Encontramos, así mismo, un Irán crecido por los beneficios que le está generando su apoyo a Rusia, en la guerra de Ucrania, y su creciente alianza con China.

Posibles escenarios

¿Qué escenarios de respuesta podemos esperar de un modo inmediato?

Desde que Hamás tomó el poder en la Franja de Gaza en 2007, Israel ha evitado operaciones terrestres sostenidas a gran escala allí, a pesar de los llamamientos de los políticos israelíes a la acción durante crisis pasadas. Pero este ataque tan directo y masivo ofrece, como opción esperada, que Israel ocupe la totalidad de la Franja de Gaza o su mayor parte.

Podrían interrogar a los palestinos de la zona, detener a funcionarios de Hamás a todos los niveles y obtener información

Al entrar en ella, las fuerzas israelíes arrebatarían el control de Hamás sobre la población. Podrían interrogar a los palestinos de la zona, detener a funcionarios de Hamás a todos los niveles y obtener información por otros medios. También podrían eliminar o capturar a un gran número de milicianos del grupo terrorista, destruir túneles, encontrar alijos de material militar e interrumpir las rutas de infiltración desde la franja hacia Israel. Todas estas medidas debilitarían a Hamás y reducirían la amenaza a corto plazo para Israel.

Riesgos

Pero, el problema es que una incursión terrestre, comporta grandes riesgos para las Fuerzas de Defensa israelíes. El denso terreno urbano de la zona supone un importante obstáculo para las fuerzas terrestres y potencialmente podría causar un potencial de víctimas civiles. La crisis de 2014, por ejemplo, se saldó con la muerte de 66 soldados israelíes, seis civiles israelíes y bastante más de 2.000 palestinos (en su mayoría civiles).

Hamás también ha excavado túneles en gran parte del territorio, y podría utilizarlos para orquestar ataques repentinos y tomar como rehenes a más soldados israelíes, llevando el actual conflicto a una situación peor.

Hezbolá

Otra posibilidad que ya se ha iniciado es que la fuerza aérea israelí bombardee las posiciones de Hezbolá y Hamás con la suficiente contundencia para que acepten un alto el fuego y luego una negociación y la devolución de los rehenes, tratando de usar la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar para influir en Hamás.

Una inminente solución política se hace inviable

Declarado el «estado de guerra» en Israel, una inminente solución política se hace inviable. Tengamos en cuenta, además, que en el lado palestino no hay ningún interlocutor válido. El líder de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas y sus secuaces (aunque detestan a Hamás y lo han reprimido brutalmente en la Cisjordania) carecen de un apoyo significativo entre los palestinos.

Lo cierto es que Hamás poco a poco se ha hecho con el dominio de la oposición palestina a Israel y que la ayuda de Irán le ha sido decisiva.

La guerra está declarada pero su intensidad y su extensión marcarán el curso diplomático de Israel que se acercaba a normalizar sus relaciones con Arabia Saudí y, en el conjunto del mundo árabe sunita.

Benjamín Netanyahu se enfrenta a una grave crisis para defender a los ciudadanos, y mantener una ponderada respuesta militar al conflicto, porque la intensidad del ataque de Hamás parece buscar que Israel tome represalias masivas y que el conflicto se agrave con un levantamiento en Cisjordania, ataques de Hezbolá y una revuelta en Jerusalén. Es decir, estamos ante una guerra total en el Oriente próximo, ante una crisis profunda de proporciones aún desconocidas.