Francia
La guerra entre Hamás e Israel fisura a la extrema izquierda francesa
Sábado 7 de octubre. En París, la condena de la clase política francesa a la barbarie desatada por Hamás esa misma mañana en territorio israelí es casi unánime. Solo desentona el comunicado de La Francia Insumisa, principal componente de la Nueva Unión Política Económica y Social (Nupes), que se niega, en su comunicado, a calificar a Hamás de organización terrorista. Al cabo de unos minutos, el resto de los partidos de la Nupes –lo que queda del Partido Socialista, del Comunista y así como los ecologistas– se desmarca nítidamente de la formación encabezada por Jean-Luc Mélenchon: Hamás es una organización terrorista. Esa misma tarde, los Insumisos rechazan rectificar, siquiera una coma, de su primer comunicado.
No hizo falta más para que arreciase la tempestad más fuerte que se recuerda en la Nupes desde su fundación hace menos de año y medio. Ahora está en juego su propia existencia. Al inicio de la semana siguiente, la portavoz parlamentaria de los Insumisos, Mathilde Panot –una de las personalidades que más agresividad verbal exhibe en la vida política francesa– admite en rueda de prensa que Hamás ha cometido «crímenes de guerra que apuntan al terror [...] por lo que se le puede llamar terrorismo». Pero sigue negándose a vincular la palabra «Hamás» con la de «terrorista».
Lunes 17 de octubre. Preguntada en Sud Radio por el veterano locutor Jean-Jacques Bourdin sobre si Hamás es un «movimiento de resistencia», la diputada Danièle Obono, exponente del ala más radical de los Insumisos, responde afirmativamente. El leve, pero insuficiente, matiz aportado por Panot ha sido en vano. Obono se mantiene en sus trece. El ministro del Interior, Géral Darmanin, amenaza con emprender acciones judiciales por «apología del terrorismo».
En la última edición de Charlie Hebdo, el dibujante Félix la retrata frente a un grupo de rehenes, con el siguiente comentario: «¡La paz es posible! Francia intercambia a Obono por los rehenes». Los partidos de la Nupes, sin excepciones, muestran su solidaridad con la diputada. Los Insumisos, en un intento de invertir el relato, tildan a la publicación víctima de un atentado islamista en 2015, de «racista» y «antisemita».
También en vano: la paciencia de los socios de Mélenchon, el «líder cada vez menos máximo», según ironizan algunos medios, está colmada desde hace días: el comunista Fabien Roussel ya no participa en las instancias decisorias de la Nupes. El socialista Olivier Faure empezó decretando una «moratoria» sobre sus relaciones con los Insumisos antes de seguir los pasos de Roussel. El candidato ecologista en la elección presidencial del pasado año, Yannick Jadot, habla abiertamente de la «muerte de la Nupes».
La guerra en Gaza ha acelerado el desenlace de un conflicto inevitable. Sin ir más lejos, se sabía desde antes del verano que cada partido de la Nupes presentaría su propia lista en las elecciones europeas del próximo mes de junio. Se percibía un aumento de tensión en las últimas semanas: las intrigas para deshacerse de Mélenchon, tanto en la Nupes como en ciertos sectores de los Insumisos. El popular diputado François Ruffin ya prepara discretamente una candidatura presidencial. La razón principal del descalabro de la Nupes sigue siendo la misma: la negativa de los Insumisos de distanciarse del islamismo radical en Francia. Sus seguidores les votan.
De casta les viene a los galgos
El filósofo Jean-Paul Sartre fue, probablemente, el intelectual que más ha influido en el pensamiento y modos de actuación de la izquierda francesa contemporánea, extendiéndose su irradiación a buena parte de la europea. Así se expresaba en su revista La Cause du peuple el 15 de octubre de 1972, semanas después de la matanza perpetrada por terroristas palestinos contra atletas israelíes durante las Olimpiadas de Múnich: «En esta guerra, la única arma de los palestinos es el terrorismo. Es un arma terrible, pero los oprimidos no tienen otra; y los franceses que aprobaron el terrorismo del Fln –Frente de Liberación Nacional de Argelia– contra los franceses deben aprobar también la acción terrorista de los palestinos. Este pueblo abandonado, traicionado y exiliado sólo puede mostrar su coraje y la fuerza de su odio organizando atentados mortales».