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Oriente Próximo

Consenso entre los líderes europeos para pedir «corredores y pausas humanitarias» en Gaza

Los 27 del Consejo Europeo mostraron estos días su preocupación por la situación y sopesan qué medidas tomar con extrema delicadeza

La guerra de Israel contra Hamás es uno de los puntos principales del día este jueves en la primera jornada del Consejo Europeo que tiene lugar en Bruselas.

Una de las discusiones durante la última semana ha girado en torno al uso del lenguaje, según fuentes internas de la institución. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea están teniendo mucho cuidado con el uso de las palabras.

Puede sorprender el debate, pero dada la delicada situación en Oriente Próximo, se quiere evitar que cualquier declaración o mensaje pueda ser sacado de contexto y servir de más leña al fuego que ya existe.

Por otro lado, Israel cuida mucho la imagen del país y no duda en utilizar todas las herramientas diplomáticas para hacer presión, también en países considerados como amigos o socios.

Tras la metedura de pata de la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen -y parte de su equipo- al poco de cometerse el ataque de Hamás, ahora todo el mundo quiere andar con pies de plomo.

Varios Estados miembros consideraron que Von der Leyen se extralimitó al mandar exhibir la bandera de Israel en toda la fachada del edificio Berlaymont. Un miembros de su equipo, además, anunció el cese inmediato de las ayudas a la Franja de Gaza sin que el responsable de la diplomacia, el español Josep Borrell, lo supiera.

Ahora, según el último borrador de las conclusiones, los 27 solicitarán «corredores y pausas humanitarias» para que la ayuda pueda llegar a la Franja de Gaza.

El nuevo texto

El Consejo Europeo quiere expresar su «honda preocupación por el deterioro» de la situación humanitaria en Gaza y hará un llamamiento para que «se mantenga un acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos», según se constata en el texto.

En borradores anteriores de las conclusiones se hablaba únicamente de «pausa humanitaria», mientras que ahora ese término se emplea en plural y se añade el concepto de «corredores humanitarios».

La pausa implica un cese del fuego temporal, quizás como una oportunidad de guardarse un as en la manga para presionar a Israel en caso de que sobrepase en su ataque. Los corredores humanitarios implican la presencia de observadores internacionales, lo que serviría para rebajar la tensión en caso de que fuera estrictamente necesario.

Según el proyecto de conclusiones, los líderes comunitarios asegurarán que la UE «colaborará estrechamente» con sus socios de la región para proteger a los civiles, proporcionar asistencia y facilitar el acceso a alimentos, agua, atención médica, combustible y refugio, «garantizando que las organizaciones terroristas no abusen de dicha ayuda».

Esto último sobre evitar que los terroristas se hagan con las ayudas es otra aportación al texto final. Es de sobra conocido que parte de la financiación a la Franja en los últimos años se ha usado para que Hamás se arme y entrene. Con esta medida se pretende cometer errores pasados y que se vea con buenos ojos el conjunto de las medidas.

«Todos estamos de acuerdo en el hecho de que respetamos y reconocemos el derecho de Israel a defenderse en el derecho internacional; al mismo tiempo, es extremadamente importante hacer posible el acceso humanitario, y este debate los tendremos con los líderes», comentó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a su llegada a la reunión.

Esta posición se tomó la semana pasada duranta la reunión extraordinaria del Consejo convocada por el belga el fin de semana anterior con el fin de encontrar una postura común que facilitara la adopción de un texto en la actual reunión.

Por otro lado, fue una oportunidad para Charles Michel de ganar terreno en el liderazgo de la UE contra una Ursula von der Leyen en horas bajas. La mala sintonía entre ambos es vox popouli.

Las palabras importan

Con Alemania y Austria como los países más reacios a solucionar un «alto el fuego» humanitario, las delegaciones han tenido que recurrir a un concepto que fuera aceptable para los Veintisiete, que deben aprobar por consenso las decisiones en los Consejos Europeos.

Ya el pasado lunes, al término de un Consejo de ministros de Exteriores en el que se abordó la cuestión, el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, apuntó a que la solicitud de una «pausa» iba a obtener el respaldo de todos.

Reiterarán su condena «en los términos más enérgicos posibles» de los «brutales e indiscriminados» ataques terroristas de Hamás en Israel, así como su uso de civiles como escudos humanos.

Asimismo, recordarán «la necesidad de evitar una escalada regional» y de comprometerse con los socios a este respecto, incluida la Autoridad Palestina, y señalarán que la UE está «dispuesta a contribuir a reavivar el proceso político sobre la base de la solución de dos Estados».

Según el último borrador del documento, se ha incluido una mención a los «esfuerzos concertados para ayudar a los ciudadanos de la UE».