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Bandera del Grupo Wagner durante el enterramiento de Yevgeny PrigozhinAFP

Estados Unidos advierte de que el Grupo Wagner podría enviar sistemas de defensa área a Hezbolá

Según ha hecho público The Wall Street Journal, la inteligencia estadounidense está monitoreando las conversaciones entre el grupo paramilitar ruso y la milicia chií libanesa

Hezbolá, la milicia chií libanesa, siempre ha sido la gran amenaza para Israel. De hecho, una de las causas por las que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no vieron venir el ataque terrorista de Hamás, del pasado 7 de octubre, es porque, entre otras cosas, estaban centrados en la frontera norte del país, donde opera esta milicia.

Con el estallido de la guerra entre Israel y Hamás, Hezbolá ha adquirido aún más protagonismo atacando al país hebreo a diario, como un gesto de apoyo a la milicia palestina. Ante el temor que la guerra en el Estado judío se propague al Líbano, The Wall Street Journal ha hecho público un informe en el que Estados Unidos advierte que el Grupo Wagner podría suministrar a esta milicia un sistema de defensa antiaérea.

Según el informe al que hace referencia TWJ, la inteligencia estadounidense está monitoreando las conversaciones entre el grupo paramilitar ruso Wagner y Hezbolá, y cree que el grupo ruso podría enviar el SA-22 al Líbano, aunque descarta que dicha transferencia se haya producido, al menos por el momento.

El SA-22, también conocido como Pantsir, es una batería de defensa aérea de corto alcance montada en camión capaz de derribar aviones, helicópteros, vehículos aéreos no tripulados, misiles balísticos y misiles de crucero. Este sistema ha sido desplegado en Siria y, según informa el medio estadounidense, varios han sido destruidos en ataques israelíes en años anteriores.

Israel ha llevado a cabo varios ataques contra Siria, con el objetivo de impedir que se transfieran armas avanzadas a Hezbolá. Estados Unidos señala en su informe que el país hebreo ha intensificado sus esfuerzos a medida que los grupos aliados iraníes intensifican sus ataques desde el Líbano y otros países como Irak o Yemen.

Los combatientes de Wagner y Hezbolá tienen una fuerte presencia en Siria, donde fueron desplegados para reforzar al dictador sirio Bashar al-Assad durante la larga guerra civil del país.