Fundado en 1910

Varios soldados israelíes durante la incursión terrestre en la franja de GazaEFE / Fuerzas de Defensa de Israel

El día después de Hamás: los tres escenarios que Estados Unidos plantea para la Franja de Gaza

La gran pregunta es quién pasará a administrar el enclave palestino, una vez que Israel cumpla su objetivo de acabar con la milicia islamista

Israel ha dejado claro que su principal objetivo en la Franja de Gaza es erradicar a Hamás. El ataque terrorista del pasado 7 de octubre contra territorio israelí –donde murieron 1.400 israelíes y más de 240 permanecen como rehenes– ha precipitado una de las ofensivas terrestres más brutales contra el enclave palestino. Desde el comienzo de esta nueva guerra entre Hamás e Israel, las Fuerzas de Defensa del país hebreo habrían matado a diez comandantes del grupo islamista, según reveló el propio portavoz de las FDI, Daniel Hagari, durante una rueda de prensa.

Sin embargo, por delante se han llevado también la vida de más de 9.000 gazatíes, según datos del Ministerio de Salud del enclave, controlado por Hamás. En el lado israelí, ya son más de 345 los militares que han fallecido desde el estallido del conflicto. Aun así, las tropas del país hebreo continúan adentrándose en el enclave palestino, donde ya han conseguido cercar la ciudad de Gaza, principal base de operaciones de Hamás. En este sentido, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha afirmado que las tropas avanzaban «según el plan».

El escenario al que hacen frente los militares israelíes en la ciudad de Gaza es inmensamente complejo. Se trata de un territorio laberíntico, donde Hamás parte con ventaja, al ser un perfecto conocedor del lugar y controlar el entramado de túneles subterráneos que se reparten a lo largo de toda la Franja de Gaza. Los soldados israelíes se enfrentan a los milicianos de Hamás cuerpo a cuerpo, casa a casa, en una batalla de lo más rudimentaria.

A su vez, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también han llevado a cabo incursiones «limitadas» en el sur de la Franja –donde se refugian la mayoría de los gazatíes– para preparar la zona para futuras etapas de la guerra. Pero, mientras Israel avanza en el plano militar y en su objetivo de erradicar a Hamás, cueste lo que cueste, la maquinaria diplomática también se ha puesto a trabajar. Israel, junto con la inquebrantable ayuda de su principal aliado, Estados Unidos, ya discute el «día después de Hamás», en Gaza.

«Sabemos que hay muchas preguntas sobre la Gaza post-conflicto y cómo es, y sin duda nos estamos haciendo algunas de esas mismas preguntas y hablando con nuestros socios, incluido Israel», declaró el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby. Aunque se trate de un tema espinoso y de muy difícil resolución, el exmarine adelantó que, si hay algo que sí está claro, es que «sea como sea, [Gaza] no puede ser como el 6 de octubre. Hamás no puede seguir teniendo el control».

Tres posibles escenarios

Con el objetivo de dibujar ese nuevo escenario para el enclave palestino postHamás, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha protagonizado una nueva gira por Oriente Medio para mantener encuentros con los principales actores de la región. Blinken llegó a Israel el pasado viernes para encontrarse con el primer ministro Benjamin Netanyahu. Posteriormente, viajó hasta Jordania donde se reunió con los ministros de asuntos Exteriores de cinco países árabes –Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos– además de con el secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Un día después, el alto diplomático se reunía con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, en una visita sorpresa a Cisjordania. Una vez finalizado el encuentro, Blinken cogía un avión rumbo a Turquía. Un fin de semana repleto de reuniones con influyentes líderes de la región, donde se ha discutido, sin lugar a duda, el futuro de Gaza. En este sentido para Gerald M. Feierstein, exdiplomático y experto en Oriente Próximo del centro de análisis estadounidense sobre la región Middle East Institute, es necesario «reconocer que se trata de una cuestión entre Israel y Palestina, no únicamente Israel- Gaza».

Por ello, el exdiplomático estadounidense defiende que «la resolución del conflicto es una resolución política, no hay solución militar, no hay victoria que se pueda lograr mediante la violencia por ninguna de las partes». En esta misma línea explica que, para conseguir poner fin a este conflicto, es de vital importancia la implicación de toda la comunidad internacional. Por ello, entre los posibles escenarios se estarían planteando tres opciones.

El despliegue de una fuerza multinacional en Gaza, una vez finalizada la ofensiva israelí; una administración provisional dirigida por palestinos que excluiría a Hamás, seguramente bajo el paraguas de la Autoridad Nacional Palestina; o una coalición de Estados árabes vecinos que administren, de manera temporal, el enclave palestino. Pero todos estos escenarios plantean sus problemas.

En cuanto al despliegue de una fuerza multinacional respaldada por Naciones Unidas, lo más probable es que esta propuesta se dé de bruces con la negativa de Israel, especialmente después de que varios funcionarios israelíes criticaran duramente al secretario general de la ONU, António Guterres, por decir que el ataque de Hamás del 7 de octubre «no surgió de la nada». Asimismo, la mayor parte de los países árabes se muestran reacios a involucrarse en Gaza si las Fuerzas de Defensa de Israel siguen realizando operaciones esporádicas o continuas contra posibles reductos de Hamás.

«Los Estados árabes no van a poner tropas en el terreno para matar palestinos», señala a Reuters Aaron David Miller, exnegociador de Estados Unidos en Oriente Medio. Por lo que, la única carta que quedaría por jugar es la de la Autoridad Nacional Palestina que, como ya adelantó el propio Blinken, «lo que tendría más sentido sería que una Autoridad Palestina eficaz y revitalizada tuviera la responsabilidad de la gobernanza y, en última instancia, se encargue de la seguridad de Gaza».