El socialista António Costa dimite como primer ministro de Portugal acorralado por la corrupción
El primer ministro portugués dimitió el mismo día en que la Policía registró su residencia oficial a instancias de la Fiscalía
El primer ministro portugués, el socialista António Costa, dimitió este martes después de que la Policía registrara su residencia oficial a instancias de la Fiscalía dentro de una investigación por un caso de corrupción que afecta al sector del hidrógeno y el litio en la localidad de Montalegre.
Además de la residencia del primer ministro, la Policía registró también más de 40 lugares relacionados con la investigación, entre ellos, varios ministerios.
Según la delegación portuguesa de la CNN, la dimisión se produjo después de que se confirmara que Costa será objeto de una investigación independiente por parte del Tribunal Supremo, la única instancia con competencia para juzgar al jefe del gobierno.
Además del primer ministro portugués, se encuentra en el centro de la investigación el ministro de Infraestructuras Joao Galamba, oficialmente imputado.
El centro del caso de corrupción se ubica en la concesión a la empresa Lusorecursos de la explotación de la mina de litio en Montalegre. El problema está en que la empresa no forma parte en el grupo de empresas que obtuvieron los derechos de explotación, señaló la CNN.
En ese sentido, la Fiscalía sospecha que cargos del gobierno manipularon el proceso de adjudicación de la explotación de la mina para beneficiar a Lusorecursos.
Por el momento, la Policía ha detenido al jefe de gabinete de António Costa, Vítor Escária, al asesor del primer ministro, Lacerda Machado, y al alcalde de Sines, el también socialista Nuno Mascarenhas.
Asimismo, la Policía detuvo a los empresarios Afonso Salema, director general de Start Campus, y a Rui Oliveira Neves, director jurídico y de sostenibilidad, siempre según la información difundida por la CNN portuguesa.
En su declaración ante los medios para explicar su dimisión, Costa explicó que «la dignidad de las funciones de primer ministro no es compatible con la sospecha de ningún acto criminar».
Por lo tanto, consideró «obvio» que debía presentar su dimisión ante el presidente de la República. Al mismo tiempo, aseguró que «ningún acto ilícito pesa en mi conciencia. Confío en la Justicia».
También expresó su sorpresa por la apertura de un proceso penal contra su persona, y aseguró que desconoce de qué se le acusa exactamente, aunque aseguró que colaborará con la Justicia.
«Es una etapa de la vida que ha llegado a su fin y que cierro con la frente alta, la conciencia tranquila y la misma determinación: servir a Portugal y a los portugueses», añadió.
Tras la dimisión de António Costa, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha convocado al Consejo de Estado.