Bruselas mantendrá congelados los fondos comunitarios a Hungría por no aplicar reformas suficientes

La Comisión Europea ha confirmado este martes que mantendrá congelados los fondos comunitarios a Hungría al considerar que aún no ha adoptado medidas suficientes en relación con el Estado de Derecho.

«Las medidas tomadas hasta ahora no son suficientes», ha sentenciado el comisario europeo de Presupuesto, Johannes Hahn, en una comparecencia ante las comisiones de Presupuestos y de Control Presupuestario de la Eurocámara.

Hahn mencionó en concreto los 6.300 millones de euros en fondos regionales para Hungría que los gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea decidieron congelar en diciembre del año pasado.

Los Veintisiete consideraron entonces que las reformas que Budapest había adoptado hasta ese momento no resolvían todas las deficiencias del Estado de Derecho y seguían suponiendo un riesgo para el presupuesto comunitario. Por el momento consideran que Hungría debe hacer más.

Aun así, ha reconocido que Budapest realizó algunos avances y, en ese sentido, ha señalado que Hungría cuenta ahora con una autoridad de integridad activa y «modos de impugnar la decisión de un fiscal de no» investigar un caso.

Esta postura los húngaros la entienden como un modo de jugar con ellos innecesario. Según fuentes cercanas al gobierno, siempre que cumplen con un punto que estaba en la lista, la Comisión se inventa otro para que nunca esté completa.

La Comisión tiene otro parecer: “si vemos cambios que son bienvenidos, actuaremos también«, ha comentado Hahn en referencia a la descongelación de los fondos, y subrayó que la intención de Bruselas »nunca ha sido castigar a Hungría, sino garantizar la protección sólida de los intereses financieros de la Unión frente a violaciones de los principios del Estado de Derecho".

A cuánto ascienden los fondos

En total, Bruselas mantiene congelada la entrega a Budapest de 22.000 millones de euros en fondos de cohesión comunitarios. A esa cifra se suman 5.800 millones de euros del fondo de recuperación por la pandemia.

En diciembre del año pasado, los Estados miembros de la UE también aprobaron el plan de recuperación de Budapest, aunque el desembolso de los 5.800 millones en ayudas estaba condicionado a la adopción de reformas para garantizar la independencia judicial y reforzar la lucha contra la corrupción y los conflictos de intereses.

Budapest considera que esto es un «chantaje» y entiende esta relación como un castigo más por cuestiones ideológicas que administrativas, en especial cuando se compara la actitud de la Comisión respecto a otros países por problemas semejantes.