Ivanka Trump se desentiende del caso de corrupción que afecta a su padre y afirma que no sabe nada
Ivanka Trump, hija del expresidente Donald Trump, reapareció en la arena pública el miércoles para declarar en el juicio civil contra su padre por supuesto fraude financiero.
El caso amenaza los negocios de Trump en Manhattan y en el Estado de Nueva York y apunta directamente al gran activo del ex presidente en la ciudad de los rascacielos: la Torre Trump.
La hija mayor del multimillonario, de 42 años, que dejó la Organización Trump en 2017 para convertirse en asesora de su padre en la Casa Blanca, no está acusada en el caso, pero fue citada a declarar.
Tras prestar juramento, el abogado de la fiscalía Louis Solomon, le preguntó si tenía algún «papel en la preparación de los estados financieros de Donald Trump».
«No que yo sepa», dijo. «No sabía nada de sus declaraciones personales, más allá de lo que (usted) me ha mostrado», dijo, mostrando una mala memoria ya que a menudo contestó no recordar muchos de los contenidos en esos documentos.
Vestida con traje negro y blusa blanca, relajada y sin perder la compostura a diferencia de su padre, Ivanka Trump respondió a lo largo de la mañana y buena parte de la tarde a las preguntas de la fiscalía primero sobre su implicación en la empresa familiar y lo que sabía de la parte financiera, y después a las de uno de los abogados de su familia, Jesús Suárez, que llegó a quejarse ante el juez de que la acusación se estaba riendo de sus preguntas.
«Se están riendo». «Piensan que es divertido, pero no es divertido», dijo enfadado.
Tras resistir sin éxito a la citación del juez instructor Arthur Engoron para declarar en el juicio en calidad de testigo alegando que ya no pertenece a la empresa familiar ni vive en Nueva York, la hija del expresidente republicano es la cuarta persona de la familia en desfilar por la tribuna de la Corte de Justicia de Manhattan.
Antes que ella declaró en calidad de imputados su padre, Donald Trump y sus hermanos Don Jr y Eric, así como otros ejecutivos de la Organización Trump que están acusados de inflar el valor de sus activos inmobiliarios en miles de millones de dólares para obtener préstamos bancarios y condiciones de seguros más ventajosas.
La fiscalía mostró documentos y correos electrónicos enviados por ella, fechados mayormente entre 2011 y 2016, cuando era alta ejecutiva de la empresa familiar, que muestran su implicación en la negociación de préstamos bancarios, y que la fiscal general alega que lo logró gracias, en parte, a los estados financieros de su padre.
La fiscal general del estado de Nueva York, equivalente a ministra de Justicia, Letitia James, que incoó el caso, dijo antes del inicio de la declaración de Ivanka Trump que ella había «negociado préstamos para obtener términos favorables basados en declaraciones fraudulentas de la condición financiera».
«Descubrimos el esquema y ella se benefició de él personalmente», agregó.
250 millones de dólares
Trump, favorito para la nominación presidencial republicana de cara a los comicios de 2024, subió al estrado el lunes en un bronco interrogatorio en el que chocó repetidamente con el juez por lo que considera una «desgracia» de juicio y una «interferencia electoral».
Tanto el republicano como sus hijos no irán a la cárcel, pero se pueden enfrentar a multas de hasta 250 millones de dólares y a una posible prohibición de dirigir la empresa familiar.
Como consecuencia, el juez ordenó la liquidación de las empresas que gestionaban los activos en cuestión, como la Torre Trump y el rascacielos del número 40 de Wall Street en Manhattan.
Esa orden está en suspenso a la espera de la apelación, pero sus consecuencias potencialmente demoledoras ponen de relieve lo mucho que está en juego para el ex presidente.
El juicio por fraude civil es una de las batallas legales a las que se enfrenta Trump en su intento de recuperar la presidencia en los comicios de noviembre de 2024.
En marzo, Trump se volverá a sentar en el banquillo en un tribunal federal de Washington para responder por acusaciones de conspiración destinada a anular los resultados de las elecciones de 2020, que perdió frente al presidente Joe Biden.