Macron se posiciona ante la guerra de Gaza y exige a Israel que deje de bombardear a bebés palestinos

La difícil búsqueda de la neutralidad o de una calculada equidistancia ha jugado una mala pasada al presidente francés, Emmanuel Macron.

Después de presidir una cumbre por la paz en Gaza celebrada en París, donde Macron pronunció un mesurado discurso con condenas a las atrocidades terroristas de Hamás en la incursión del 7 de octubre y peticiones a Israel de un alto el fuego, ahora se ha alineado con las posiciones propalestinas.

En una entrevista concedida a la BBC desde el Palacio del Elíseo, Macron acusó a Israel de bombardear a mujeres y bebés, obviando que Hamás utiliza a civiles como escudos humanos, y exigió al Ejército israelí que deje de hacerlo.

Israel ha denunciado, y aportado pruebas, de que Hamás ha instalado sus bases y depósitos de armas en túneles y búnkeres bajo hospitales, escuelas e infraestructuras de la ONU.

Pese a ello, acusó al Ejército israelí de asesinar civiles de forma indiscriminada. «No ha justificación a los bombardeos», aseveró.

Insistió en el derecho de Israel a defenderse, y volvió a condenar a Hamás, pero, al mismo tiempo, «instamos (a Israel) a detener este bombardeo».

«Hoy los civiles están siendo bombardeados. Bebés, mujeres y ancianos son bombardeados y asesinados. No hay razón ni legitimidad para hacer eso. Instamos a Israel a que se detenga», subrayó Macron.

Las palabras de Macron tuvieron una rápida respuesta por parte del primer ministro de Israel. Benjamín Netanyahu advirtió que «los crímenes de Hamás en Gaza se cometerán mañana en París, Nueva York y en cualquier parte del mundo».

Sin embargo, Macron trató de dar el triple salto mortal de la equidistancia y, tras acusar a Israel de asesinar a bebés, pidió que las religiones se unan «contra el antisemitismo». En ese sentido, pidió a los franceses que condenen «sin ambigüedades» los actos antisemitas.