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Milei acorrala a Massa en el debate definitivo señalando su gestión económica y las vergüenzas del kirchnerismo

No fue el mejor formato para debatir, pero aun así Javier Milei se las apañó para retratar a Sergio Massa y su mala gestión al frente del Ministerio de Economía. El candidato ultraliberal, sereno en todo momento, buscó dejar en evidencia al peronista, que en buena parte del cara a cara parecía más un periodista entrevistando a Milei que el otro candidato a la presidencia de Argentina.

El debate comenzó con el bloque más esperado por todos, la economía. En un país con una inflación cercana al 140 % y con la pobreza superando el 40 % de la población, este tema es el que más preocupa a la mayoría de argentinos y el que ha catapultado a Milei en estos dos últimos años por sus propuestas para acabar con el kirchnerismo. Como era de esperar, Massa trató de pasar el mal trago de este apartado del debate cuanto antes, y lo cierto es que el formato se lo permitió.

Con solo seis minutos para cada candidato por bloque, unos tiempos muy estrictos y teniendo en cuenta que la cosa empezó fría, el peronista se salió en parte con la suya, aunque igualmente se le vio perdido y sin dar apenas propuestas. Mientras tanto, Milei explicaba su modelo: mercados libres, propiedad privada y sin intervención estatal, dolarizar la economía y cerrar el Banco Central.

Por su parte, Massa se limitó a hacerle numerosas preguntas de «por si o por no», ignorando por completo que él es el ministro de Economía, y así embarrar el debate y dejar sin tiempo a Milei. Lo que aprovechó para cerrar el bloque con un pequeño mitin al más estilo peronista prometiendo bajar impuesto y subir las pensiones, además de fortalecer su moneda.

Empiezan los roces

El segundo bloque, las relaciones de Argentina con el mundo, generaron los primeros roces. El oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei se enzarzaron en un intercambio de opiniones en los que se pasó de la «multipolaridad» por la que abogó el actual ministro de Economía a la cercanía con «Estados Unidos, Israel y el mundo libre» que propugnó para Argentina el líder de La Libertad Avanza.

Además, Massa habló de la «irrenunciable defensa» de la soberanía argentina de las Malvinas y acusó a Milei de resaltar la figura de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher para forzar a que expresase su postura sobre el archipiélago, a lo que este respondió que agotaría «todas las instancias diplomáticas para que las Malvinas vuelvan a ser argentinas».

Finalmente, se pasó al bloque de Educación y Salud y Milei desmintió la idea de que fuera a privatizar la salud y la educación pública, tal y como lleva deslizando su rival desde el inicio de la campaña. «Argentina es un país federal y no es una decisión del Gobierno nacional si deja de serlo. La salud y la educación son fundamental, por eso pondremos al Ministerio de Capital Humano», explicó.

Montaje de Javier Milei y Sergio Massa durante el debate finalAFP

Tras estos tres bloques, llegó el primer descanso y después se pasó a una fase mucho más tensa. Milei acusó al Gobierno de Alberto Fernández de cometer un «delito de lesa humanidad con la cuarentena» durante la pandemia, en medio del debate presidencial frente al oficialista Sergio Massa.

«Este es un Gobierno criminal, un Gobierno que cometió un delito de lesa humanidad con la cuarentena, sí, durante la pandemia (de covid-19). Acorde el Estatuto de Roma (de la Corte Penal Internacional) de 1998, artículo 7, inciso K, cuando se ataca de manera brutal sobre el derecho de propiedad a punto tal que uno pierde la libertad o se muere, eso constituye un delito de lesa humanidad», aseguró el libertario.

Massa, que no quiso entrar en ese debate, volvió a desmarcarse del Gobierno actual –al que pertenece– y remarcó que «esto es el 10 de diciembre vos o yo. No vine a discutir a (los expresidentes Mauricio) Macri o Cristina (Fernández)».

El minuto final

Finalmente, para cerrar el debate, el actual ministro de Economía repitió la idea de formar un «gobierno de unidad», con un programa de 10 políticas de Estado, y prometió a quienes no le votarán por convicción, «sino como un vehículo para no elegir un camino que es violencia, que es odio, que es daño». Es decir, trató de insistir en la idea de que él es un hombre de Estado.

Por su parte, el Milei resaltó que esta es «la elección más importante de los últimos 100 años» porque Argentina debe preguntarse si quiere seguir «transitando este sendero decadente» y «sostener esta casta parasitaria, chorra e inútil»; por ello, pidió «votar sin miedo porque el miedo paraliza y beneficias al 'statu quo'».