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Fuego de artillería ucranianaFuerzas armadas ucranianas

Rusia acumula bajas masivas en Ucrania sin vislumbrar una salida a la guerra: 920 soldados muertos en 24 horas

Las tropas rusas están sufriendo bajas insoportables en su intento de conquistar Avdivka y de defender Bajmut

Las dimensiones de la catástrofe que para el Ejército ruso está implicando la invasión a Ucrania impulsada por el presidente Vladimir Putin empiezan a ser titánicas y se acercan de forma paulatina al medio millón de pérdidas.

Según el Estado Mayor ucraniano, Rusia habría perdido en las últimas 24 horas 920 soldados en el frente, una de las mayores cifras de bajas en un día desde el inicio de la guerra.

Según las fuentes ucranianas, que no discriminan entre muertos y heridos sin posibilidad de volver a combatir, las fuerzas rusas habrían perdido desde el 24 de febrero de 2022, 313.470 combatientes.

Por poner la cifra en contexto, en los más de diez años de guerra de la Unión Soviética en Afganistán (1979-1990), la antigua URSS perdió unos 15.000 soldados. Estados Unidos, en su propio conflicto afgano de 20 años, perdió casi 2.500 soldados.

Las cifras de bajas rusas en Ucrania revelan varias realidades. La primera es que estamos ante un conflicto de muy alta intensidad, como no se veía en Europa por lo menos desde las guerras mundiales.

La segunda realidad, es que Vladimir Putin está dispuesto a inmolar a una cantidad de soldados –muchos de ellos reclutados entre la población civil en el último año– para lograr su objetivo, sin preocuparse de las consecuencias sociales de su obsesión.

Una tercera realidad es que estamos ante una guerra que por la voluntad absoluta de sus implicados por ganar a todo coste puede escalar y arrastrar a terceros países a un conflicto que abarque todo el vecindario europeo.

En este momento, aunque los frentes permanecen estáticos, los combates registran una especial intensidad en las localidades de Avdivka, que las tropas rusas tratan de ocupar, y en Bajmut, ciudad que las tropas ucranianas tratan de reconquistar.

El caso de Bajmut es especialmente llamativo. Se trata de una plaza de bajo valor estratégico y que, sin embargo, ha protagonizado la batalla más larga de toda la guerra.

La batalla por Bajmut comenzó en mayo de 2022 y se recrudeció alrededor de los últimos meses de 2022 tras la pérdida rusa de amplios territorios en las regiones de Jersón y Jarkov.

Los combates aumentaron de intensidad en primavera de 2023 con la implicación masiva del Grupo Wagner en la conquista de la plaza.

El entonces líder de los mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, hizo de la toma de la ciudad algo personal. Rusia necesitaba de forma imperiosa una victoria en el frente, una conquista que compensara la pérdida de Jersón y Jarkov.

Prigozhin consiguió que fueran sus mercenarios, y no las tropas regulares rusas, las que llevaran el grueso de las operaciones para conquistar la ciudad. Para el líder Wagner, tomar Bajmut le daría un enorme poder frente al alto mando ruso y el ministerio de Defensa, con los que estaba enfrentado.

Yevgueni Prigozhin anunció en abril de 2023 que había conquistado Bajmut y que la batalla había terminado. Nada más lejos de la realidad.

El desgaste de la batalla fue tal que la victoria rusa se asumió más como una derrota.

Los muertos rusos, y en particular los muertos Wagner, se acumularon a miles y fue la chispa que prendió la llama de la rebelión del Grupo Wagner contra el Kremlin.

Rebelión que causó la disolución del Grupo Wagner y la defenestración, exilio y finalmente la muerte de Prigozhin en un accidente aéreo con el sello de ejecución ordenada por el Kremlin.

Por el contrario, las tropas ucranianas tomaron las posiciones elevadas alrededor de Bajmut, desde donde golpeaban con artillería de forma incesante a las tropas rusas acantonadas en la ciudad. La batalla no había terminado.

De hecho, se recrudecería poco después, con el lanzamiento de la contraofensiva ucraniana en verano de 2023.

Aunque el principal eje de la contraofensiva se situó en Zaporiyia, Bajmut, por su valor simbólico y por constituir una verdadera ratonera donde las tropas rusas caían a miles, se convirtió de nuevo en un objetivo prioritario para las tropas ucranianas.

La batalla de Bajmut continúa y nada parece indicar que vaya a terminar a corto plazo, muy a pesar de los deseos del Kremlin.