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Militares polacos fortifican la frontera entre Polonia y el enclave ruso de KaliningradoEFE

Finlandia cierra la mitad de sus fronteras con Rusia tras el aumento de cruces de inmigrantes ilegales

El gobierno de Helsinki acusa a Moscú de instrumentalizar los cruces fronterizos, para castigarles por su decisión de unirse a la OTAN

Finlandia ha anunciado que cerrará la mitad de sus pasos fronterizos con Rusia este viernes, en respuesta al aumento significativo de inmigrantes ilegales procedentes del territorio ruso.

Esta decisión, que tendrá una duración inicial de tres meses, implica el cierre de cuatro de los nueve cruces fronterizos existentes, manteniendo abiertos solo aquellos situados más al norte, con la excepción de uno en Vainikkala.

El gobierno de Helsinki acusa a Moscú de instrumentalizar la inmigración, dado el aumento en el número de inmigrantes que intentan entrar ilegalmente en el país desde la decisión de Finlandia de unirse a la OTAN.

Su ministra del Interior, Mari Rantanen, ha descrito a los inmigrantes, en su mayoría jóvenes y sanos y que ya poseen tarjetas de residencia en Rusia, como personas que están siendo «arriadas a Finlandia».

Markku Hassinen, subdirector de la Guardia Fronteriza de Finlandia, expresó su preocupación por la expansión de las entradas ilegales desde Rusia hacia el norte del país.

Según Hassinen, Rusia no suele permitir a las personas transitar hacia la frontera con Finlandia sin los papeles de inmigración adecuados. Sin embargo, durante la crisis de refugiados de 2015 y recientemente en la última semana, impulsado por la entrada de Finlandia en la OTAN, Rusia ha permitido que más inmigrantes ilegales crucen a Finlandia.

El cierre de los cruces fronterizos se considera una medida de defensa de la seguridad nacional, según declaró el primer ministro Petteri Orpo en una rueda de prensa. Orpo añadió que el gobierno está monitoreando de cerca la situación y está preparado para adoptar medidas adicionales si es necesario para proteger la seguridad fronteriza. Además, en una situación extrema, Finlandia podría cerrar completamente la frontera, según afirmó Rantanen, quien añadió que «ningún tratado internacional es un pacto de suicidio».

Los solicitantes de asilo podrán seguir solicitando protección, como lo exige el derecho internacional, y el gobierno finlandés tomará medidas para centralizar las solicitudes de asilo. Sin embargo, la falta de documentos de muchos de los solicitantes de asilo está complicando el trabajo de los funcionarios, que actualmente están investigando sus antecedentes.

Curiosamente, los solicitantes de asilo suelen llegar a la frontera por la noche o a primeras horas de la mañana, momentos en los que hay menos personal disponible.

Durante el día laboral, las llegadas son prácticamente inexistentes, según los funcionarios. Además, en las redes sociales rusas se han observado publicaciones que ofrecen transporte hacia la frontera finlandesa por un coste de alrededor de 2.000 euros. Tras la llegada de un grupo de inmigrantes ilegales en bici, el gobierno finlandés prohibió el uso de bicicletas para cruzar la frontera, concentrándose en la gestión del tráfico de automóviles.