Nigeria anula su pacto migratorio con la UE que reducía los cruces del Mediterráneo
Gracias a esta ley de 2015, los inmigrantes se redujeron de 300.000 anualmente a menos de 50.000 al año
La junta militar de Nigeria, liderada por el General Abdourahmane Tchiani, ha derogado una legislación clave anti-migratoria, lo cual reabre una de las principales rutas migratorias hacia Europa.
Esta decisión revierte una política establecida en 2015 que había reducido drásticamente el flujo de migrantes a través del Mediterráneo.
La ley 36, promulgada en 2015, fue un hito en la política migratoria de Nigeria . Diseñada para limitar el flujo de llegadas desde África Occidental hacia Europa, la ley hizo ilegal el tránsito de migrantes a través del país.
Esta legislación se produjo en un momento en que cifras récord de africanos alcanzaban Europa a través del Mar Mediterráneo, desencadenando una crisis política y humanitaria. En respuesta a este desafío, y en un esfuerzo por frenar el flujo, el entonces gobierno pro-occidental de Nigeria en la capital, Niamey, recibió 5 mil millones de euros del Fondo Fiduciario de la Unión Europea para África. Este fondo tenía como objetivo abordar las causas fundamentales de la migración masiva.
La derogación de esta ley, anunciada por el portavoz del gobierno nigerino, Ibrahima Hamidou, en Facebook, representa un cambio significativo en la política de Nigeria y tiene profundas implicaciones para la región y Europa.
«¡Esta ley ha sido derogada!», declaró Hamidou, señalando que era «una buena noticia para todos aquellos que tuvieron que ir a la cárcel después de que se aprobara la ley en 2015, porque el transporte de migrantes fue criminalizado».
Bajo la ley 36, los traficantes capturados enfrentaban hasta 30 años de prisión, y como resultado, el número de migrantes disminuyó de 300.000 anualmente a menos de 50.000 al año.
Sin embargo, la prohibición de la migración ilegal también tuvo repercusiones económicas en la región, afectando a las comunidades que se habían beneficiado, notablemente a los tuareg indígenas. El cambio drenó el sustento de pueblos y aldeas que habían alimentado y alojado a migrantes y vendido piezas de automóviles y combustible a los traficantes.
La toma del poder por parte de Tchiani trajo consigo congelaciones en los pagos de Europa y la imposición de sanciones. El presupuesto del gobierno nigerino se redujo de 5 mil millones de euros a 3 mil millones, lo que llevó a un grave deterioro en la protección de las fronteras.
Ulf Laessing, jefe del programa regional del Sahel en la Fundación Konrad Adenauer en Alemania, comentó a Die Welt que Francia había impedido la reanudación de negociaciones con el General Tchiani.
Alemania e Italia, entre otros, estaban preocupados de que la junta pudiera retractarse del acuerdo migratorio, pero finalmente se alinearon con París. Laessing predijo que, como resultado del conflicto intraeuropeo, «la migración a través de Níger hacia Libia ahora aumentará drásticamente de nuevo».