Seguridad
Los grandes de la UE miran con recelo a Bruselas por su intención de absorber competencias de Defensa
La reforma de los Tratados aprobada en Estrasburgo para revisión significa la absorción de poderes que son exclusivos de los Estados miembros
La semana pasada en el plenario de la Eurocámara en Estrasburgo se aprobó el informe y las resoluciones a favor de la reforma de los Tratados de la UE que incluyen, entre otras materias, la absorción de competencias en Defensa exclusiva de los Estados miembros, lo que ha alarmado a los grandes de la UE por el riesgo que supone a su soberanía militar.
Ambos documentos se aprobaron por muy escaso margen, lo que demuestra que el planteamiento está muy lejos de ser consensuado y que, de alguna manera, se está avanzando a marchas forzadas.
El eurodiputado polaco del ECR Jacek Saryusz-Wolski, uno de los responsables del texto y una de las voces más críticas con la propuesta, ha señalado en declaraciones a El Debate que «la presidencia española está dando saltos hacia adelante con este tema para que se apruebe lo antes posible con el fin de evitar cualquier interrupción tras las elecciones europeas y el cambio de presidencia rotatoria» a Hungría tras pasar por Bélgica, quien asume ahora en enero de 2024.
Por el momento, las principales potencias militares europeas -Alemania, Francia, Italia y Suecia- han puesto pie en pared porque temen que la Comisión se arrogue nuevamente competencias que no le corresponden, ya que Bruselas pretende, entre otras, una integración en materia de Defensa.
La Comisión funciona cada vez más como un ente independiente, un ‘súper gobierno’ que aprovecha cualquier agujero en las legislaciones para avanzar y tomar posiciones. La reciente propuesta de adquisición conjunta de material militar es reflejo de ello.
Pretenden normalizar la práctica para que la adopción de una legislación sea un mero trámite que regule algo que ya sería un hábito. La ventana de Overton aplicada en otro ámbito.
Estos días tiene lugar en Skopje el consejo ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), justo después de la reunión ministerial de Asuntos Exteriores de la OTAN. Todos los miembros han volado a la capital de Macedonia del Norte menos los ministros de Estonia, Lituania y Letonia a modo de protesta por la presencia del homólogo ruso, Sergei Lavrov.
Consecuencias indeseables
A nivel defensivo, y si se aprueba la reforma planteada, los Estados nación pasarán a ser dirigidos por Bruselas y perderán gran parte de su autonomía estratégica.
Actualmente existen varias proyectos de cooperación en materia de Defensa y Seguridad como es Frontex, pero nunca se había presentado un proyecto tan ambicioso. Los grandes temen la pérdida de poder y de cierta hegemonía continental -caso de Alemania- ya mermada por las consecuencias de las sanciones a Rusia en el plano económico y energético.
En el caso de Francia vería afectado el manejo de su todavía influencia colonial en África. La África francófona es de especial sensibilidad para París, prueba de ello fue la invasión de Libia en 2011 ante los afanes expansionistas económicos de Gadafi.
Italia vería mermada su influencia militar individual en el mar Mediterráneo y Suecia, pendiente de incorporarse a la OTAN, vería desaparecer su independencia mantenida durante tanto tiempo.
En el caso español, no existe por el momento queja alguna ni por el ministerio de Asuntos Exteriores ni por el de Defensa. Todavía están pendientes de cerrar los últimos flecos sobre Gibraltar tras el Brexit y la zona sur forma parte de la frontera ampliada de la Unión Europea con un Marruecos al que se le riega con dinero público español y europeo para mantenerlo, en la medida de lo posible, como aliado regional.