Los hitos de Kissinger en la política exterior de EE.UU.: de la paz en Vietnam al golpe contra Allende
Controvertido, decidido y arrogante en la lucha frente a la ofensiva global del comunismo en plena Guerra Fría con la Unión Soviética.
Henry Kissinger, el consejero de seguridad nacional y secretario de Estado durante de Estados Unidos durante las administraciones de Richard Nixon y de Gerald Ford, fallecido este jueves a los 100 años, fue el arquitecto, para bien y para mal, del orden mundial que rige las relaciones internacionales hasta hoy.
El polémico Premio Nobel de la Paz de 1973 por sus esfuerzos para lograr un plan de paz en Vietnam, fue el artífice de una política de intervencionismo sin precedentes de Estados Unidos en conflictos y disputas en el extranjero.
Su diplomacia ha sido alabada a partes iguales por defensores que destacan su contribución a poner fin a conflictos enquistados, como condenada por críticos que lo definen casi como criminal.
Informe Kissinger
Entre sus herencias más perniciosas para las futuras generaciones, cuyos efectos se notan aún hoy, está el Memorando de Estudio de Seguridad Nacional 200 (MSSM 200), más conocido como Informe Kissinger.
Se trataba de un documento secreto que manejaba el gobierno de Estados Unidos sobre control demográfico global para frenar una posible hambruna mundial y favorecer el acceso estadounidense a fuentes de materias primas en países del tercer mundo.
El informe proponía un plan de control de natalidad extremo con medidas agresivas de anticoncepción y aborto en países con mayor tasa de crecimiento demográfico.
El documento citaba, en concreto, a India, Bangladesh, Pakistán, Nigeria, México, Indonesia, Brasil, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía y Colombia como destinatarios de la política propuesta en el Informe Kissinger.
La doctrina de control de natalidad masiva consagrada en el Informe Kissinger siguió dictando la política demográfica de Estados Unidos promovida en terceros países, con la promoción del aborto a gran escala y de los métodos anticonceptivos para controlar el crecimiento de las poblaciones en los países en vías de desarrollo.
Guerra Fría
Kissinger, junto a Nixon, puso en práctica una estrategia dirigida a alcanzar dos objetivos: la distensión con el bloque comunista y construir un dique de contención que impida a la Unión Soviética extender su influencia en el patio trasero de Estados Unidos.
Paladín de la «realpolitik», Kissinger logró que Estados Unidos y la URSS firmaran un acuerdo de reducción de sus respectivos arsenales nucleares.
También rompió el aislamiento de China al abrir un proceso de diálogo con el primer ministro Zhou Enlai, lo que aumentó la presión sobre la URSS para que también Moscú iniciara un proceso de acercamiento a la gran potencia capitalista.
La distensión con China alcanzó su punto álgido con la visita de Nixon a China en 1972 y su reunión con Mao Zedong.
Vietnam
Sin embargo, el gran hito de Kissinger fueron los Acuerdos de Paz de París, que abrieron la puerta a poner fin a la presencia de tropas estadounidenses en la guerra de Vietnam.
Cuando Nixon llegó a la Casa Blanca sabía que Estados Unidos no lograría alcanzar los objetivos que se había propuesto en Vietnam, y propuso una «paz con honor» que permitiera sacar a sus tropas del cenagal indochino.
Esa paz con honor, que Nixon encargó a Kissinger, tuvo sin embargo un efecto indeseable: el auge de los Jemeres Rojos en Camboya y la instauración de su régimen de terror que dejó un saldo de millones de muertos en un genocidio sin precedentes.
Kissinger había iniciado negociaciones de paz con Corea del Norte, pero, para impedir un auge del comunismo en la región, inició una campaña de bombardeos en Camboya, que dejó el camino libre a los Jemeres Rojos para alcanzar el poder.
Las gestiones del secretario de Estado de Estados Unidos culminaron con los Acuerdos de París, que establecieron la hoja de ruta para la salida de las tropas estadounidenses en Vietnam del Sur.
Israel
A pesar de sus raíces judías, Kissinger mostró un cierto desinterés respecto a la cuestión israelí. Para él, el Estado de Israel era una piedra que obstaculizaba las relaciones de Estados Unidos con los países árabes e islámicos.
A pesar de las presiones de la primera ministra israelí, la combativa y audaz Golda Meir, Kissinger se desentendió de la situación de los judíos en la URSS, donde eran discriminados, perseguidos e, incluso, encerrados en campos de concentración que, tristemente, recordaban a los campos nazis de exterminio.
Kissinger llegó a decir que «la emigración (a Israel) de judíos de la Unión Soviética no es una cuestión de la política exterior estadounidense. Si encierran a judíos en cámaras de gas en la Unión Soviética, no es una preocupación estadounidense. Quizás es una preocupación humanitaria».
Con todo, el secretario de Estado estadounidense jugó un papel esencial para favorecer la victoria israelí en la guerra del Yom Kipur de 1973.
Hispanoamérica
Más controvertida aún fue su política respecto a Sudamérica. En particular, su papel en el derrocamiento de Salvador Allende permanece aún sumido en la oscuridad.
Según apunta la BBC, a Estados Unidos le preocupaba la instauración en Chile de un régimen cercano a la Cuba de Fidel Castro presidido por Salvador Allende.
Allende aumentó aún más la preocupación de la Casa Blanca al emprender un proceso de nacionalización de empresas estadounidenses.
Con la supervisión de Kissinger, señala la BBC, la CIA llevó a cabo operaciones encubiertas para ayudar a los grupos opositores a derrocar a Allende.
«No veo por qué deberíamos quedarnos paralizados viendo cómo un país se hace comunista por la irresponsabilidad de sus gentes». «La situación es lo suficientemente importante como para que los votantes chilenos decidan por sí mismos».
Tras el golpe de Estado, durante el cual Allende se suicidó, y la toma del poder por parte de Pinochet, muchos de los implicados en el golpe afirmaron que habían recibido financiación de la CIA.
Kissinger: una vida en el centro del poder
De esa manera, la familia Kissinger dejaba atrás las persecuciones de la Alemania nazi contra los judíos y adoptaba una nueva patria en Estados Unidos, cuya ciudadanía adoptó en 1943.
Como ciudadano estadounidense, Henry Kissinger se alistó al Ejército estadounidense y combatió a los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra sirvió en la inteligencia militar, donde su dominio del alemán resultó muy útil.
Finalizada la contienda, recibió una beca en la Universidad de Harvad, donde estudió Políticas, obtuvo un doctorado y ejerció la docencia.
Su libro Guerra nuclear y política exterior, de 1957, llamó la atención de la administración. En su ensayo hablaba sin tapujos de «pequeña guerra nuclear» con el uso de armas «tácticas» y «estratégicas».
Sus ideas se emplearon y siguen vigentes en gran medida en la doctrina nuclear estadounidense.
Con la llegada de Richard Nixon al poder, asumió el cargo de consejero de seguridad nacional y luego ascendido a Secretario de Estado.