Los países nórdicos se desmarcan de la UE y se alían para organizar deportaciones conjuntas de inmigrantes

Durante una cumbre celebrada en Copenhague, los gobiernos nórdicos acordaron incrementar su cooperación en la deportación de migrantes a sus países de origen, especialmente aquellos cuyas solicitudes de asilo hayan sido rechazadas.

Este acuerdo involucra a Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, quienes operarán vuelos de vuelta conjuntos para migrantes que no tengan el derecho legal de permanecer en estos países. Estos vuelos serán organizados por Frontex, la agencia de fronteras de la Unión Europea, partiendo desde uno de los cinco países mencionados.

Además, los países nórdicos apoyarán proyectos de reintegración para aquellos migrantes que regresen a sus países de origen. Como una tercera medida, trabajarán junto a la Organización Internacional para las Migraciones para ayudar a migrantes irregulares estancados en el norte de África a volver a sus países de origen.

Un cambio de actitud

Este enfoque, más estricto, de los políticos nórdicos hacia la migración surge tras el tiroteo en Bruselas el 17 de octubre, protagonizado por un solicitante de asilo rechazado y que resultó en la muerte de dos ciudadanos suecos. El incidente llevó a Estocolmo y a otros países vecinos a reconsiderar su eficacia en la asimilación de inmigrantes y en la devolución de solicitantes de asilo cuyas peticiones han sido denegadas.

Entre estas naciones, Dinamarca ya había buscado endurecer su política migratoria. Este cambio de paradigma danés estableció que los migrantes solo deben estar en Dinamarca temporalmente y regresar a sus países de origen lo antes posible, lo cual ha hecho que Dinamarca se convierta en un país escandinavo con una política de inmigración particularmente estricta, especialmente en comparación con Suecia.

El modelo danés, que inicialmente marcó al país como un caso atípico antiinmigrante, ha ido ganando popularidad entre los vecinos de Dinamarca. En junio, el nuevo gobierno de Finlandia anunció que reduciría las cuotas de refugiados y haría más difícil para los extranjeros obtener la ciudadanía.

A pesar de que el número de retornos en la UE en el segundo trimestre de 2023, unos 26.600, es pequeño en comparación con el aumento en las solicitudes de asilo y migrantes irregulares, con 160.139 llegadas irregulares este año según la UE, esto sugiere que el número de migrantes devueltos será significativamente menor en comparación con las nuevas llegadas.

Del total de migrantes devueltos a sus países de origen por Frontex el año pasado, el 40 % lo hizo voluntariamente.

Y los refugiados ucranianos superan con creces las llegadas de solicitantes de asilo en la región. Noruega actualmente tiene 4.200 solicitantes de asilo en comparación con 37.000 refugiados ucranianos, según estimaciones del gobierno noruego.