La presencia del ministro ruso tensa la cumbre de Defensa de la OSCE
Varios países, entre ellos Ucrania, República Checa, Croacia, Polonia, Rumanía, Moldavia y los países bálticos, se negaron a estar presentes a la vez que Serguéi Lavrov
En un contexto marcado por tensiones geopolíticas, la cumbre de Defensa de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Skopje se vio sacudida por la presencia del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Su llegada, tras un desvío aéreo a través de Turquía y Grecia debido a la negativa de Bulgaria de permitir el paso de su avión, ya que llevaba a bordo a Maria Zakharova, sancionada por la UE, presagiaba controversia.
Lavrov, al intervenir en el consejo ministerial, lanzó duras críticas hacia la organización, poniendo en duda su relevancia y acusando a las élites políticas occidentales de favorecer a la OTAN y a la OSCE en detrimento de Rusia.
«Seamos honestos, la OSCE se encuentra al borde del precipicio. Podrá algún día adaptarse a las realidades objetivas del desarrollo mundial y volver a convertirse en una plataforma para discutir los problemas de seguridad regional basándose en los principios del Acta Final de Helsinki, y en primer lugar, en el principio de igualdad de todos los países participantes?» señaló el ministro ruso.
El marginado de la reunión
La reacción a su presencia fue inmediata y contundente. Varios países, entre ellos Ucrania, República Checa, Croacia, Polonia, Rumanía, Moldavia y los países bálticos, se ausentaron del lugar durante su discurso. Esta acción simbólica reflejó el rechazo generalizado a la postura rusa, en especial respecto a su campaña militar en Ucrania.
Y una muestra más de desacuerdo, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, condenó abiertamente la «agresión ilegal» de Rusia contra Ucrania y acusó a Moscú de tener «secuestrada» a la OSCE. A pesar de coincidir en el evento con Lavrov, Albares dejó claro que España no contempla un encuentro con el ministro ruso.
En paralelo a estos eventos está la posición de Lituania, expresada por su ministro de Exteriores, Gabrielius Landsbergis.
Landsbergis enfatizó que la normalización de relaciones con Rusia no es una opción, subrayando la ironía de discutir la seguridad europea sentados alrededor una mesa junto a Lavrov
También reafirmó la importancia de continuar con el European Peace Facility, un instrumento crucial de la UE para financiar armas a Ucrania, y se mostró dispuesto a adaptarse a demandas razonables por mayor transparencia en torno a este mecanismo.