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Aquilino Cayuela

El caos presupuestario de la República Federal de Alemania. ¿Un camino hacia la recesión?

El caso alemán nos invita a estar atentos ante las políticas nada austeras del Gobierno de Sánchez, a sus pactos y promesas, su descontrolado endeudamiento y el aumento de la presión fiscal

El canciller alemán Olaf ScholzAFP

Tras el fallo de Tribunal Constitucional alemán, sobre el fondo climático, la atención se centra en el fondo de estabilización económica. Mientras el Gobierno sigue examinando las consecuencias de la sentencia del juez de Karlsruhe, los expertos ya han logrado nuevos avances.

Si recordamos la sentencia constitucional frenaba el presupuesto de la coalición de Gobierno que encabeza Olaf Scholz por haber dirigido retroactivamente fondos que fueron aprobados por el Parlamento alemán para atender los efectos de la pandemia, pero estos fondos fueron desviados por el Gobierno para su fondo climático, que era la propuesta estrella de la agenda política de la coalición.

El efecto ha sido que este agujero presupuestario alemán supondrá una pesada carga para el crecimiento del país en el próximo año y podría conducir a otro año de grave recesión en Alemania.

El lunes pasado, según informan los medios alemanes, el Ministerio Federal de Finanzas amplió la congelación presupuestaria impuesta al Fondo para el Clima y la Transformación (KTF) a casi todo el presupuesto federal. El ministro de Economía, Robert Habeck, estima una pérdida de crecimiento de -0,5 puntos porcentuales, debida a este caos presupuestario.

Pero en el debate político de esta semana, algunos economistas esperan mucho más y creen muy posible otro año de recesión.

Así lo demuestran los primeros cálculos:

–Como hemos informado, el ministro federal de Economía, Robert Habeck, estima provisionalmente en -0,5 puntos porcentuales los efectos negativos sobre el crecimiento del fallo del Tribunal Constitucional Federal, con sede en Karlsruhe, por el cual faltan al menos 60 mil millones de euros. Si esto sigue así, es probable que la proyección de crecimiento de su ministerio para 2024 caiga del 1,3 al 0,8 por ciento.

–El Deutsche Bank, por ejemplo, espera un impulso de crecimiento negativo de alrededor de 0,5 puntos porcentuales y ahora predice que la producción económica de Alemania se contraerá un 0,2 por ciento durante el próximo año. En este pronóstico, el Deutsche Bank supone un déficit presupuestario de alrededor de 50 mil millones de euros para 2024.

–Los economistas de la Asociación de Fabricantes de Medicamentos Basados en la Investigación (VFA) estiman que las pérdidas de crecimiento que serán igualmente altas y, en una simulación, reducen el crecimiento económico en 2024 del 1,2 al 0,3 por ciento. Según este análisis, las inversiones fijas se verían particularmente afectadas.

–El Instituto Alemán de Investigación Económica en Berlín (DIW) había esperado recientemente un crecimiento del 1,2 por ciento para 2024, pero ahora indica que «esta previsión se reducirá significativamente», aunque afirman que «no es de esperar otra recesión profunda».

Ulrich Kater, economista jefe de Dekabank, afirma en los medios alemanes, que: «Existe un riesgo económico sustancial» pero que «cree posible un crecimiento magro del 0,1 por ciento».

Holger Schmieding, economista jefe del Berenberg Bank, ve la situación con más optimismo y espera que el Gobierno pueda utilizar algunos trucos para reducir el ajuste fiscal a menos de 20 mil millones de euros. Mantiene su pronóstico de crecimiento del 0,6 por ciento el próximo año porque el Ejecutivo está bajo una gran presión para acelerar el proceso de aprobación.

–El martes pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pronosticó para Alemania tasas de crecimiento del 0,6 y del 1,2 por ciento para los próximos dos años. La OCDE advirtió que la crisis presupuestaria debería resolverse rápidamente para dar seguridad a las empresas y a los consumidores en materia de planificación. Si es necesario un mayor ajuste fiscal, esto deprimirá aún más el crecimiento.

Actualmente no es fácil poder realizar un análisis preciso de las consecuencias del fallo de Karlsruhe para el crecimiento económico, porque el propio Gobierno federal aún no sabe si debería llenar el agujero de mil millones y cómo hacerlo. Por lo tanto, todas las previsiones mencionadas actualmente son aún más inciertas que antes.

Lo que está claro es que no sólo la pérdida de la demanda económica general, sino también una mayor incertidumbre entre las empresas y los consumidores pesarán sobre el crecimiento.

Efectos políticos

Todo esto es el punto alto de tensión en la actualidad política alemana. El líder de la oposición, Friedrich Merz (CDU), amenaza al Gobierno semáforo (socialistas, verdes y liberales) con otro viaje a Karlsruhe, sede del tribunal constitucional, para disputar el presupuesto de 2024. Según Merz, la sentencia fundamental sobre el freno de la deuda, que ganó el grupo parlamentario de la Unión el miércoles, significa «el fin de todos los presupuestos en la sombra que se financian con deuda».

Si la «coalición del semáforo» no adapta en su planificación presupuestaria, la oposición acudirá nuevamente al Tribunal Constitucional Federal para obligar a cumplir las directrices de Karlsruhe sobre la deuda, de hecho, están examinando si hay motivos para hacerlo.

Los democristianos quieren esperar a la audiencia de expertos en la Comisión de Finanzas prevista para el martes.

La oposición quiere comprobar que el Gobierno no haya hecho otras transferencias inconstitucionales

Merz (CDU) y Alexander Dobrindt (líder del grupo regional del CSU) son especialmente críticos con el Fondo de Estabilización Económica (FSM). Este fondo especial se basa en una estructura similar a la del Fondo para el Clima y la Transformación, al que el Gobierno del semáforo había transferido –inconstitucionalmente, como ahora se ha establecido– autorizaciones de crédito innecesarias por valor de 60 mil millones de euros del período de la covid 19. Quieren comprobar que el Gobierno no haya hecho otras transferencias inconstitucionales.

En futuros procedimientos de freno de la deuda, el Tribunal Constitucional también examinará si se han respetado los principios presupuestarios. Sobre todo, esto significa que las autorizaciones de crédito no deben «esconderse» para que el Gobierno pueda utilizarlas en años presupuestarios posteriores.

El Gobierno semáforo de Scholz afirma que no pedirá más préstamos sino menos pero, con toda esta situación la deuda está aumentando, pro eso los alemanes se preguntan: ¿Cómo encaja todo esto?

Desde mediados de noviembre, cuando el Tribunal Constitucional Federal se pronunció sobre la política presupuestaria del Gobierno semáforo, el mundo es un lugar diferente en materia de endeudamiento, resoluciones de emergencia y presupuestos especiales. El martes pasado, el canciller se sintió obligado a responder a la confusión general con una declaración del Gobierno, pero no dio respuestas a las preguntas centrales. Scholz reconoció que el fallo ha creado una nueva realidad que dificulta gobernar.

El caso alemán nos invita a estar atentos ante las políticas nada austeras del Gobierno de Sánchez

Hay una crisis profunda de gobierno en Alemania, aun latente y contenida, pero que no tardará en estallar. Asimismo, una fuerte y prolongada recesión en Alemania es un freno para el conjunto de Europa y una mala noticia para todos.

El caso alemán nos invita a estar atentos ante las políticas nada austeras del Gobierno Sánchez, a sus pactos y promesas, su descontrolado endeudamiento y el aumento presión fiscal al que pretende someter a los ciudadanos. ¿Tendremos aquí en España un Tribunal Constitucional que defienda nuestros intereses y los de nuestros hijos? Es la gran pregunta del momento.