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Ejemplares de loboEFE

Los ecologistas se enfrentan a Von der Leyen y le piden que abandone su lucha contra el lobo

La presidenta de la Comisión Europea tiene una rencilla personal contra los lobos, después de que asesinaran a su querido pony Dolly

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tiene al lobo en su punto de mira.

Tras la trágica muerte a mordiscos de su pony Dolly, durante un ataque en Alemania, Von der Leyen se ha posicionado al frente de un moviento que buscar reducir las protecciones actuales del lobo. En su última revisión, Bruselas insinuó un posible reblandecimiento de las normas para permitir el uso de fuerza letal contra ellos.

Sin embargo, esta posición genera grandes preocupaciones entre los grupos ambientalistas. A través de una carta en abierto, varias organizaciones instan a Von der Leyen a reconsiderar los cambios propuestos.

Estos grupos acusan a las organizaciones de agricultores y cazadores de dominar el debate sobre los lobos, alegando que representan a comunidades rurales supuestamente aterrorizadas por estos depredadores. Los ecologistas argumentan que esta percepción es errónea y que, en realidad, el lobo es apreciado en las comunidades rurales, donde se desea su protección.

La carta cita una encuesta independiente realizada a 10.000 personas en zonas rurales, revelando que un 73% cree que los grandes carnívoros tienen derecho a existir, y un 68% está a favor de que permanezcan estrictamente protegidos.

«Estos números demuestran que los residentes rurales están muy a favor de proteger a los lobos», afirma el documento. Los ecologistas señalan además la importancia de los lobos en el mantenimiento del equilibrio ecológico y la biodiversidad, destacando su papel en la regulación de poblaciones de presas y en la prevención del sobrepastoreo, contribuyendo a ecosistemas más saludables.

La situación se complica ya que existe una especie de «guerra contra los lobos» en ciertas áreas de Europa, especialmente desde la pandemia de COVID. Según algunos, la pandemia provocó un aumento en las poblaciones de lobos del oeste del continente. Políticos y agricultores, particularmente en Europa central, han expresado su preocupación y alarma.

Pero aunque los activistas medioambientales están cada vez más descontentos con Von der Leyen, cuyos motivos podrían ser más personales, sus iniciativas para impulsar la revisión de las medidas de protección de los lobos le brinda el apoyo de la industria agrícola.

Matanza en Europa

En una reunión con agricultores alemanes en septiembre, se barajó la posibilidad de una matanza de lobos en Europa. Udo Hemmerling, de la Asociación de Agricultores Alemanes, habló de las 4.000 ovejas y ganado muertos y heridos el año pasado, calificando la situación de «insostenible».

Y el lobo también suscita debates en España: actualmente, su población se estima en torno a unos 2.000-2.500 ejemplares, concentrados principalmente en el noroeste del país, aunque su presencia se ha ido expandiendo a otras regiones.

Esta expansión ha generado preocupaciones en las comunidades rurales, donde los lobos son vistos como una amenaza para la ganadería y, en menor medida, para la agricultura.

Por un lado, los ganaderos expresan su inquietud debido a los ataques de lobos a sus rebaños y la pérdida económica que eso conlleva. La polémica se centra en encontrar un equilibrio entre la protección de la actividad ganadera y la conservación del lobo,por su papel crucial en el equilibrio ecológico.

En esta línea, los ecologistas y defensores del lobo argumentan la importancia de su presencia para mantener la salud de los ecosistemas, controlando las poblaciones de ciervos y jabalíes, lo que a su vez beneficia a la agricultura al reducir los daños a los cultivos. ¿Posibles medidas de coexistencia? Sistemas de prevención y compensación a los ganaderos afectados por los ataques, por ejemplo.