Yahya Sinwar, el líder radical de Hamás en Gaza y el hombre más buscado en Israel
Yahya Sinwar, el líder político de Hamás en Gaza, se pasea por el enclave palestino como una sombra, un fantasma. Se ha convertido en el hombre más buscado en Israel. Para el país hebreo es un objetivo declarado en su guerra contra la organización islamista, desde el pasado 7 de octubre.
El Estado judío le acusa de ser uno de los cerebros de la masacre del «Sábado negro», que acabó con la vida de 1.200 israelíes, en su mayoría civiles, y la toma de más de 240 rehenes. Para Israel, Sinwar ya es «hombre muerto». Las últimas informaciones, lo sitúan durante una visita a un grupo de rehenes, en algún lugar desconocido del amplio entramado de túneles que Hamás ha construido bajo tierra en Gaza.
El líder de Hamás, de 61 años, hizo su carrera en la sombra de las prisiones israelíes, donde pasó 23 años, y luego en el aparato de seguridad de la organización islamista palestina, donde se encargaba de las purgas. Todo empezó en 1987, cuando estalla la primera Intifada (el levantamiento contra la ocupación israelí) en un campo de refugiados del norte de la Franja de Gaza. Este año supuso el antes y el después de la militancia de Sinwar.
Yahya Sinwar, nacido en el campo de refugiados de Jan Yunis, al suroeste de la Franja de Gaza, se une entonces al recién fundado Hamás. A los 25 años, dirige la unidad de Inteligencia del grupo terrorista que castiga a los «colaboradores», esos palestinos condenados por espiar para el enemigo israelí.
En 1988, funda Majd, el servicio de Seguridad Interior de Hamás. Encarcelado en 1989, se impone como líder de los prisioneros. Condenado varias veces a cadena perpetua, sale en 2011 junto a un millar de detenidos liberados por Israel a cambio del soldado Gilad Shalit, rehén de Hamás durante cinco años.
En 2015, fue añadido a la lista estadounidense de «terroristas internacionales», año en el que es objeto de múltiples intentos de asesinato, que consiguió sortear. Al contrario que muchos de sus mentores. Israel eliminó al jeque Ahmed Yassin y Salah Shehade, fundador de las Brigadas Ezzedin al Qassam, brazo armado de Hamás, de quien se lo consideraba la mano derecha.
Elegido en 2017 jefe de Hamás en Gaza, impulsó una estrategia «radical en el ámbito militar y pragmática en el político», explica Leila Seurat, investigadora en el Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos (CAREP) en París, en declaraciones a la agencia France Press.
Destaca por el uso brutal de la fuerza. Los medios israelíes publicaron extractos de sus interrogatorios, en los que cuenta que secuestró a un traidor: «Lo llevamos al cementerio de Jan Yunis, le metí en una tumba y le estrangulé con una kufiya. Estoy seguro de que sabía que merecía morir».
En el ámbito político, sueña con un Estado palestino que reagrupe a todos los territorios ocupados: la Franja de Gaza, actualmente gobernada por Hamás en el sur; Cisjordania, en la que el Fatah de Mahmud Abbas dirige zonas enteras en el norte; y Jerusalén este.