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Tanques militares israelíes en la Franja de Gaza

Tanques militares israelíes en la Franja de GazaIDF

Israel avanza hacia la mayor ciudad del sur de Gaza y se prepara para la fase más cruenta de la guerra

Los carros de combate del Ejército israelí han llegado hasta Jan Yunis, donde se cree que se esconde el líder político de Hamás, pero también en esta ciudad se refugian miles de gazatíes que ya huyeron del norte

Israel sigue ampliando su ofensiva militar contra Hamás. Mientras el Ejército israelí continúa limpiando el norte de la Franja de Gaza en busca de cualquier núcleo de resistencia de la organización islamista, los tanques hebreos avanzan sin descanso hacia el sur del enclave, anunciando su llegada con constantes bombardeos. La breve tregua entre la organización islamista y el Estado judío queda ahora demasiado lejos, aunque los mediadores –Estados Unidos, Egipto y Qatar– insisten en que mantienen los esfuerzos por acordar una nueva pausa humanitaria, la realidad en la Franja es devastadora.

Desde que Israel retomó la ofensiva el pasado viernes, Gaza se ha convertido en un infierno en la tierra, ya no existe ningún lugar seguro, si es que antes lo había. Los bombardeos se suceden tanto en el norte como en el sur, donde se hacinan la mayor parte de los gazatíes que ya habían huido de los ataques israelíes y ahora ya no saben dónde ir. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) volvieron a advertir ayer a los palestinos que abandonaran Jan Yunis, la ciudad más grande del sur de Gaza, y se trasladaran a lugares más al sur, incluida Rafah, en la frontera con Egipto.

Aunque desde el Ejecutivo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no se ha confirmado una invasión total del sur del enclave, todo parece indicar que se trata del siguiente paso de la operación militar, que tiene como principal objetivo acabar con la organización islamista en la Franja de Gaza. Las fuerzas israelíes «continúan ampliando la operación terrestre para atacar los bastiones de Hamás en Gaza», aseguró el portavoz de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari. Israel asegura haber matado a la mitad de los comandantes de los batallones de Hamás.

Los principales combates entre los milicianos de la organización islamista y los soldados israelíes están teniendo lugar en el barrio de Shejaiya, en la ciudad de Gaza, y en Jabalia, ubicada a cuatro kilómetros de la capital del enclave palestino, donde han asaltado el cuartel general de seguridad de Hamás. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, se trasladó hasta el enclave, como ya hizo Netanyahu –aunque este aprovechó el alto el fuego temporal– para arengar a las tropas, durante esta nueva fase de la ofensiva militar: «Seguiremos actuando hasta lograr los objetivos de la guerra, el desmantelamiento de la organización, la negación de sus capacidades militares y el regreso de todos los secuestrados a sus hogares», aseguró.

Gallant aclaró que las tropas israelíes habían regresado al norte de gaza para «cerrar el círculo», mientras que el ala militar de Hamás ha reivindicado varios ataques contra carros de combate israelíes en la ciudad de Jan Yunis y un vehículo de transporte de personal en el centro de Gaza. El avance del Ejército israelí hacia el sur tensiona cada vez más las capacidades del enclave. Las condiciones humanitarias son extremadamente graves, sin acceso a agua corriente, medicinas, alimentos o combustibles, según ha denunciado la ONU. Israel bloqueó, nuevamente, la entrada de ayuda humanitaria al enclave, tras el fin de la tregua.

La peor batalla está aún por llegar y tendrá como escenario la ciudad de Jan Yunis. Esta población es de vital importancia, ya que Israel asegura que es aquí donde se esconde el líder político de Hamás y cerebro del atentado terrorista del pasado 7 de octubre, Yahya Sinwar, y otros altos cargos de la organización. También es donde se encuentran los principales batallones operativos de Hamás, según las informaciones del Ejército hebreo. Pero esta ciudad también cuenta con la mayor densidad de población del enclave.

Antes de la ruptura del alto el fuego temporal, por el que ambas partes se acusan de haber violado los términos del acuerdo, Israel y Estados Unidos mantuvieron «intensas discusiones» sobre el tipo de operación que las FDI emprenderían en Jan Yunis, ha informado el medio israelí Haaretz. Una incursión terrestre junto con ataques aéreos provocaría miles de víctimas civiles, ya que muchos gazatíes que huyeron del norte, se han refugiado en la ciudad y sus alrededores. Según Naciones Unidas, los habitantes de Gaza están siendo empujados a un área que cubre menos de un tercio del enclave. Las cifras de muertos en esta guerra ya son devastadoras. Más de 15.000 palestinos han fallecido durante los dos meses que ya dura el conflicto, ha indicado el Ministerio de Salud de la Franja, bajo autoridad de Hamás.

«El nivel de sufrimiento humano es intolerable», afirmó en un comunicado la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, que visitó Gaza el lunes. Spoljaric también calificó de «inaceptable» que los civiles no tengan un lugar seguro adónde ir en Gaza, y, además, señaló que «con un asedio militar en vigor tampoco es posible actualmente una respuesta humanitaria adecuada». Asimismo, la cuestión de los rehenes sigue tensando la campaña militar, Hamás y otras facciones palestinas retienen todavía a más de cien israelíes, que se cree están en el sur del enclave.

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