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AFP

Francia

El último atentado de París dispara las dudas sobre la seguridad de los Juegos Olímpicos

Las autoridades admiten que el caos en los transportes será inevitable: sin ir más lejos, no hay suficientes conductores de autobús

El atentado perpetrado el pasado día 2 en las inmediaciones de la Torre Eiffel, y cuyo balance final ha sido de un muerto y dos heridos, ha incrementado la preocupación de las autoridades francesas de cara a la seguridad de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, que centrarán el grueso de la actividad en París entre el 26 de julio y el 8 de septiembre de 2024. En cifras, estarán involucrados 10.500 atletas olímpicos y 4.350 paralímpicos que participan en 878 pruebas de 54 deportes. 72 municipios anfitriones, más de 40.000 voluntarios y se pondrán a la venta alrededor de 13 millones de entradas.

Solo la ceremonia de inauguración movilizará a 45.000 policías, gendarmes y guardias de seguridad privada. Un impresionante número que se explica por la originalidad del evento: el 26 de julio los atletas no se limitarán a desfilar detrás del portaestandarte de su delegación dentro del estadio, como viene siendo costumbre desde hace más de un siglo, sino que navegarán en barco, y al aire libre, por el Sena, a lo largo de seis kilómetros. Pasarán, incluso por debajo del puente de Bir Hakeim, donde el 2 de diciembre Armand Rajabpour-Miyandoab disparó a sus víctimas.

Para garantizar la seguridad del doble acontecimiento, el Ministerio del Interior, a cuya cabeza se encuentra el ambicioso y polémico Gérald Darmanin, ha creado entidades específicas de gobernanza, que se estructura en torno a la Coordinación Nacional para la Seguridad de los Juegos que coordina los distintos departamentos del Ministerio del Interior y representa a la división de seguridad ante el Delegado Interministerial para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, responsable de un enfoque global de los riesgos (seguridad, protección y servicios de emergencia) y de la coordinación entre todas las partes interesadas.

Por otra parte, un centro nacional de mando estratégico se encargará de analizar, resumir y transmitir la información recibida sobre el desarrollo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en materia de seguridad. La contribución más original a esta gobernanza es la creación de una unidad de inteligencia ex profeso, el Centro de Inteligencia Olímpica, que la web oficial Vie Publique define como «un escalón de síntesis encargado de integrar la información recogida por los servicios que componen la comunidad de inteligencia francesa». Será competente para prevenir atentados.

Con todo, la tarea más arriesgada será la de los transportes. Para evitar el caos circulatorio y peatonal, la Prefectura de Policía de París ha previsto dos tipos de perímetros.

El primero, llamado «Organizador», corresponde a las zonas de seguridad en las inmediaciones de las sedes olímpicas y paralímpicas (Plaza de la Concordia, Trocadero, Torre Eiffel, Estadio de Francia, etc.). El acceso a estas zonas está estrictamente limitado a las personas y vehículos autorizados y acreditados por el organizador, París 2024, y a las personas en posesión de entradas para los eventos.

Los perímetros «de Estado» incluyen en particular los perímetros de protección (denominados «Silt») situados a proximidad de los lugares de celebración y accesibles únicamente a los espectadores con entrada y a las personas acreditadas, así como los perímetros en los que está prohibida la circulación motorizada y accesibles a los peatones, ciclistas y categorías autorizadas de personas con vehículos una vez hayan sido superados los controles policiales.

Sin embargo, pese a un dispositivo general muy perfeccionado en apariencia, ya han surgido, con carácter preventivo, las primeras dificultades. En una carta dirigida a Darmanin y publicada en su edición de ayer por Le Canard Enchaîné, Marc Guillaume el prefecto de Isla de Francia (la región que abarca a París y a siete provincias adyacentes) alerta acerca de tensiones preocupantes, de modo que en algunos lugares el plan de transporte sólo permite transportar a los espectadores si se disuade a todos los demás viajeros de tomar el metro, el autobús o el Rer [el transporte regional].

No solo: Guillaume advierte asimismo que 11 de las 16 líneas de metro y las cinco del Rer estarán saturadas la mayor parte del tiempo, «pese a los esfuerzos previstos», una referencia a las nuevas contrataciones de conductores de autobús, alrededor de 2.300. Sin embargo, parte de estos últimos podrían ceder a las suculentas ofertas (primas, alojamiento…) de Keolis, la empresa encargada del transporte de los atletas.

Entre Roland Garros y el Parque de los Príncipes

La estación de metro Porte d’Auteuil es la más cercana al estadio de Roland Garros, donde se disputarán las pruebas de tenis, y al Parque de los Príncipes, escenario de varios partidos de fútbol a partir del 26 de julio. ¿Podrá absorber el flujo de viajeros cuando se jueguen simultáneamente partidos de tenis y de fútbol?