La Asamblea General de la ONU pide alto el fuego inmediato en Gaza por abrumadora mayoría
Ha cosechado 153 votos favorables, frente a 10 en contra y 23 abstenciones
La Asamblea General de la ONU pidió este martes por una brumadora mayoría de 153 votos favorables, frente a 10 en contra y 23 abstenciones, «un alto el fuego humanitario inmediato» en Gaza, un resultado mucho más abultado que el cosechado el pasado 28 de noviembre para pedir un cese de hostilidades.
Entre los países que votaron en contra, además de Israel y Estados Unidos, estuvieron algunos Estados europeos (Austria, República Checa), además de pequeños países del Pacífico, Guatemala y Paraguay, mientras que entre los abstencionistas se encontró por vez primera Argentina.
Previo a la resolución misma, la Asamblea rechazó dos enmiendas que trataron de introducir Austria y Estados Unidos, en el primer caso para condenar explícitamente los atentados del brazo armado de Hamás del pasado 7 de octubre y en el segundo para introducir además una condena de la violencia sexual cometida supuestamente por los miembros de Hamás en aquel ataque y en el tratamiento a sus rehenes.
Estados Unidos, aliado inquebrantable de Israel, razonó su oposición porque, en palabras de su embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield: «cualquier alto el fuego ahora mismo sería en el mejor de los casos temporal, y en el peor peligroso para los israelíes, que se encontrarían sujetos a ataques sin merced, así como peligroso para los palestinos, que merecen la oportunidad de un futuro mejor, libres de Hamás».
Thomas-Greenfield lamentó que su país no puede apoyar «un Consejo de Seguridad sesgado ni una Asamblea General que ignora todo aquello que defendemos».
Las mismas ideas fueron repetidas por el embajador de Israel, Gilad Erdan, que fiel a su estilo fue más lejos en la retórica, al decir que «todos los que apoyen esta resolución están dando vía libre a los terroristas (porque) un alto el fuego significa una única cosa, la supervivencia de Hamás».
Añadió que resoluciones de este tipo convierten a la ONU «en una mancha moral para la Humanidad», además de contribuir a su irrelevancia.