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Lugar donde encontraron a Alex Batty. En la imagen, aspecto que tenía cuando desaparecióFotos: AFP y EFE

Desapareció en Málaga y reapareció en Pirineos seis años después: la increíble historia del niño Alex Batty

El menor desapareció después de que la madre lo llevara en secreto a Marruecos para sumarse a una comuna pseudorreligiosa

La última vez que vieron al niño británico Alex Batty, de 11 años, fue el 8 de octubre de 2017 en el Puerto de Málaga junto a su madre, Melanie Batty, y su abuelo, David Batty.

Los tres, procedentes de la periferia de Manchester, se encontraban de vacaciones en Marbella y los tres desaparecieron. Algo más de 6 años después, este 14 de diciembre de 2023, el menor, que ahora tiene 17 años, ha reaparecido vagando cerca de Toulouse.

Entre medias hay un enorme vacío que el adolescente, por el momento, no ha querido desvelar. Durante ese tiempo, el menor no ha recibido ningún tipo de formación ni educación. Su contacto con la sociedad real ha sido nulo.

El niño nació el 13 de febrero de 2006. Después de que el padre abandonara el hogar familiar, el niño creció con su madre y su abuela, hasta que entre ambos surgió un conflicto y Alex quedó bajo tutela de la abuela materna.

Alex Batty en una imagen de cuando desapereció

En agosto de 2017, se trasladó a España junto con su madre y su abuelo para pasar unas vacaciones en Marbella. Las vacaciones se alargaron más de lo acordaron hasta que, finalmente, el niño la madre y el abuelo desaparecieron.

En un principio, la abuela materna del menor, y tutora legal, denunció que sospechaba que la madre y el abuelo del niño lo habían llevado a Marruecos para incorporarse a una secta.

Según la fiscalía de Toulouse, la madre y su padre se integraron en un grupo seudorreligioso en Marruecos junto con el menor, donde residieron durante dos años.

De hecho, Alex y su madre ya habían estado en dos ocasiones en Marruecos en 2014, cuando el menor tenía 8 años.

Ahora, la madre habría escapado a Finlandia, el abuelo falleció hace años y el menor regresó a la sociedad.

El menor aseguró a la policía que durante su estancia en la comuna «no sufrió ninguna violencia física», detalla la fiscalía, pero habría sufrido violencia sexual antes de su desaparición.

Afirmó que, durante estos años en una comunidad espiritual, obsesionada con la energía limpia, dedicada a la meditación y alimentándose en huertos. Incluso afirmó que desconocía «la existencia del mundo real».

El diario Le Figaro, siguiendo la narración de los hechos expuesta por el fiscal adjunto Antoine Leroy, señaló que el grupo seudorreligioso abandonó Marruecos a lo largo de los años 2021 y 2022 para instalarse en el lado francés de los Pirineos.

Lugar cerca de Toulouse donde apareció Alex BattyAFP

Según narró Alex al camionero que lo encontró y lo trasladó a una comisaría de policía, se había escapado de una comuna itinerante.

El camionero, conductor de una compañía de mensajería, encontró al menor desorientado y supuso que tenía problemas, por lo que decidió recogerlo.

Estuvieron conversando durante horas hasta que descubrió que se trataba de un menor desaparecido. Alex le pidió el teléfono para escribir un mensaje por Facebook a su abuela paterna y expresarle su deseo de regresar al Reino Unido.

El conductor, sin embargo, decidió llevarle a la comisaría. Por el camino, recoge la BBC, Alex explicó al conductor que vivía en la comuna con su madre en un valle de los Pirineos, una zona donde se suelen dar cita grupos de vida alternativa que no quieren seguir las reglas de la sociedad.

El menor aseguró al conductor «que no había sido coaccionado de ningún modo, pero que no compartía la vida de su madre, que tenía una forma de pensar rara, y que quería seguir su propio camino. Ese es el motivo por el que decidió marcharse».

El fiscal adjunto de Toulouse precisó que el motivo por el que abandonó la comuna fue que su madre tenía planeado mudarse con él a Finlandia, donde ya se habría mudado al descubrir la huida del hijo.

Sin saber adónde dirigirse, Alex recorrió los senderos pirinaicos durante cuatro días con la esperanza de llegar a alguna localidad grande que contara con un consulado británico.

Pero la policía francesa tiene pendiente hablar con la madre del menor –con la que parece ser ya han establecido un primer contacto– para resolver las preguntas sin respuesta sobre su desaparición. Y, para ello, la ayuda de Alex es esencial.

No obstante, como apuntó la fiscalía de Toulouse, «la investigación criminal sobre la desaparición de Batty la dirigen las autoridades británicas», por lo que no habrá obstáculos para que el menor regrese en cuanto sea posible al Reino Unido.

Una vez en Reino Unido, el camino también será largo para Alex Batty: deberá hablar con la policía y someterse a un proceso de confirmación de identidad.