Un miembro de las Fuerzas de Defensa de Estonia
Tropas voluntarias y refuerzos de Francia: Estonia se blinda para proteger un territorio estratégico de Rusia
Francia ha enviado apoyo a la Liga de Defensa de Estonia, unidad militar voluntaria, para proteger la isla de Saaremaa
Frente al marco de un contexto geopolítico tenso, la pequeña nación báltica de Estonia está fortaleciendo sus defensas ante una posible expansión de las ambiciones militares rusas.
Sus esfuerzos se concentran en la isla de Saaremaa, en el mar Báltico, un territorio estratégico e históricamente codiciado por su posición geográfica.
Se ha desplegado por primera vez en Saaremaa una unidad militar francesa para participar en los ejercicios anuales de la Liga de Defensa de Estonia (EDL).
La EDL, creada en 1918 y restablecida en 1990, se compone de civiles entrenados militarmente que se ofrecen como voluntarios para defender su distrito en caso de ataque. Con un total de 18.000 miembros bajo el control del ministerio de defensa, estos soldados voluntarios guardan rifles y ametralladoras en casa y dedican sus fines de semana a entrenarse en habilidades de combate y supervivencia.
En el distrito que incluye Saaremaa, 2.400 de los 43.000 habitantes locales pertenecen a la EDL, la proporción más alta en el país.
La EDL no solo se centra en la preparación militar, sino también en la conciencia de su papel histórico y estratégico, especialmente considerando los eventos del siglo XX.
Desde la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014, los tres estados bálticos han aumentado el gasto en defensa y han intentado advertir a los europeos occidentales sobre el peligro que representa el líder ruso.
El apoyo de la alianza
La respuesta de los aliados de la OTAN no se ha hecho esperar. Francia ha estado rotando tropas por Estonia desde 2017 bajo la Presencia Avanzada Reforzada de la OTAN, con un subgrupo táctico conjunto basado en Tapa, en el centro de Estonia.
Y tras la invasión de Rusia a Ucrania, el presidente francés Emmanuel Macron intensificó la misión Lynx a 300 soldados, operando junto a tropas de Estados Unidos y del Reino Unido.
El capitán Mathieu, del equipo francés enviado a Estonia específicamente para el ejercicio, aclaró en declaraciones a medios que el ejército francés no está allí para entrenar a la EDL, sino más bien para acostumbrarse a la guerra de alta intensidad con aliados. «El principal desafío son los medios de comunicación, ya que utilizan teléfonos celulares Motorola no seguros», explica.
El último simulacro de guerra de diciembre en Saaremaa incluyí una invasión con armas pesadas y vehículos blindados llegando por el puerto sureste de la isla de Mõntu.
El ejercicio se desarrolló en los bosques y carreteras de la isla, cerca de casas habitadas, con la EDL y su equipo de respaldo francés centrados en detener la falsa invasión y destruir el radar enemigo. Dado que los estonios carecen de equipo de visión nocturna y el sol se pone a media tarde, dependían de los franceses para guiarlos en la oscuridad.
Francia también envió hace poco equipo militar adicional para sus tropas en Estonia, incluyendo 18 vehículos blindados Griffon, vehículos blindados ligeros AMX-10 RC y un pelotón de tiro de cuatro obuses autopropulsados Caesar.
Este fortalecimiento de las defensas en Estonia es parte de un cambio en la política de defensa francesa, que se aleja de los países africanos y se centra en Europa. La necesidad de adaptarse a un clima muy diferente es un reto para el ejército francés, acostumbrado a operar en desiertos africanos y no en las frías costas bálticas.